Atando hojas de col: ¿Tienes que atar cabezas de repollo

Las coles son cultivos de clima fresco, resistentes y se cultivan mejor en primavera y otoño. Las coles son un miembro de la familia de cultivos de col que incluye el brócoli, la coliflor y las coles de Bruselas. Cuando se cultivan estas plantas, a menudo se presenta la cuestión de atar las hojas de la col. Aprendamos más.

Atado de cabezas de repollo

Fácil de cultivar, siempre que las temperaturas frescas abunden, las coles son sin embargo refugios para una variedad de plagas como:

  • Repollo
  • Babosas
  • Gusanos de col importados
  • Gusanos de la raíz de la col
  • Pulgones
  • Escarabajos de pulgas

Para evitar los estragos que acompañan a su presencia, es importante mantener el jardín limpio de escombros que fomentan la infestación de plagas. Algunas personas usan medias para atar las cabezas de los repollos para evitar que las polillas de los repollos pongan sus huevos, que a su vez se convierten en molestos gusanos del repollo. Aunque esto probablemente funcione – no lo he intentado personalmente – ¿tienes que atar cabezas de repollo? ¿Hay alguna otra razón, más allá de la determinación de la plaga, para atar las hojas de la planta de la col?

¿Tienes que atar el repollo?

No, no hay necesidad de atar cabezas de repollo. La col crecerá sin duda alguna en una cabeza sin ninguna interferencia por su parte. Dicho esto, hay algunas variedades que pueden beneficiarse del atado de las hojas de col.

El repollo chino, o repollo Napa, se ata a menudo para engendrar una cabeza más apretada con hojas más blancas y más tiernas. A esto se le llama a veces «escaldado».

Cómo atar las cabezas de repollo

Utilice hilo suave u otro material blando para atar las cabezas de los repollos y evitar que se dañen las hojas exteriores. Ate la cabeza de la col cuando esté casi madura y tenga un tacto firme con un follaje exterior grande y suelto.

Sostenga las hojas interiores con una mano mientras que las hojas exteriores se colocan alrededor de la cabeza. Luego envuelve el repollo alrededor del medio con el hilo suave, creando una cabeza densa. Ate la atadura con un nudo suelto que se pueda abrir fácilmente cuando se recoja la cabeza de la col.

Una vez más, no es estrictamente necesario atar las cabezas de los repollos, pero puede que al hacerlo se creen cabezas más apretadas y sin manchas y, en el proceso, se disuada a las babosas y caracoles… o por lo menos se evita que se coman las hojas interiores más tiernas.

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