Cómo preparar harina de cáscara de huevo

¿Has escuchado alguna vez que las cáscaras de huevo son buenas para las plantas? ¡Así es!

Las cáscaras de huevo tienen nutrientes vegetales esenciales. Son ricas en potasio, calcio y magnesio. Algo muy interesante es que las gallinas ponedoras comerciales se alimentan con pienso concentrado y enriquecido con minerales que hacen que la cáscara de los huevos sea aún mejor.

¿Y como funciona?

Para que tus plantas puedan absorber todos estos nutrientes, las cortezas deben estar estrechamente ligadas al sol.

Cuanto mayor sea el contacto de la corteza con el suelo, más disponibles estarán estos nutrientes para las plantas. Una forma muy sencilla de hacer que esto suceda es pulverizar las cáscaras de huevo.

Así, tendremos una harina preciosa, barata, rica en minerales y ecológica, perfecta para abonar parterres, huertas, jarrones, orquídeas, etc. La harina es tan buena y versátil que puede usarse para fertilizar la mayoría de las plantas de interior.

¿Cómo preparar?

El paso inicial en la producción de harina es poner las cáscaras a secar a la sombra.

No debemos dejar que las pieles se sequen al sol, ya que tienen una pequeña cantidad de nitrógeno, y esto puede hacer que se pierdan. Es importante saber que no se recomienda dejar secar las conchas posteriormente, ya que la descomposición de las partes orgánicas que aún están húmedas puede provocar mal olor y atraer animales no deseados.

Seque mientras recolecta y almacena, hasta que alcance una buena cantidad que pueda procesarse. Una vez que tenga una cantidad significativa de conchas (una docena es un buen negocio), colóquelas en una bolsa y rómpalas con las manos.

Exprime todo lo que puedas, pero no te preocupes por hacerlos en polvo, ya que este proceso se hará en una licuadora. Poco a poco, colócalos en una licuadora y licúa hasta que se conviertan en polvo. El proceso de secado es importante, ya que si las cáscaras aún están húmedas, este procedimiento será más difícil.

Después de batir todas las partes, reúna todo en un solo recipiente. Bien, ahora tienes la poderosa harina. Almacene en un vaso con tapa y guárdelo en un lugar fresco.

¿Cómo usar?

El uso es muy sencillo. Una pequeña cucharadita de café en ollas pequeñas y dos o tres en ollas más grandes. Repite este proceso una vez cada 40 días. Si reduce la dosis a media cucharadita, puede aplicar la harina cada 20 días.

Observe siempre sus plantas y vea cómo están reaccionando a este nuevo estímulo. De esta manera, puede decidir cuándo volver a aplicar la harina de huevo.

Conocerás el tiempo a través de la vitalidad de las plantas. Si desea preparar tierra o sustrato para la siembra, agregue 50 gramos de harina de huevo por cada 20 litros de tierra.

La harina de huevo es un rico fertilizante natural que se puede utilizar sin preocupaciones en huertos familiares y huertas. Es muy importante saber que algunas plantas ornamentales como las azaleas, prímulas, gardenias, plantas carnívoras, entre otras, pueden no apreciar la leve alcalinización del suelo que puede provocar la corteza.

Cuando cultive una especie consciente de que le gusta un suelo ligeramente ácido, agregue una cantidad menor de harina de huevo. Esto evitará cambios en el pH del suelo.

La harina de huevo beneficiará especialmente a las verduras de hoja como la col rizada y los berros.

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