Fenogreco

La historia del fenogreco

La alholva es una planta leguminosa que se cree que se origina en el Mar Negro y que crece de forma espontánea en zonas sub-montañosas y cerca de las costas. Es una de las plantas más antiguas utilizadas en medicina y en el sector alimentario. Incluso se menciona en un papiro egipcio que data del 1500 aC En la época de los faraones se usaba como planta aromática no solo para el proceso de embalsamamiento, sino también para la purificación del aire en ambientes domésticos o sagrados. El fenogreco desprende un olor particular y muy intenso, en virtud del cual todavía se utiliza en la actualidad en la industria de fabricación de perfumes. A partir del siglo VII a.C., su cultivo se extendió a Oriente Medio, India y China. Ya era conocido en Grecia en tiempos de Hipócrates, quien lo cita por sus propiedades calmantes. Los romanos lo cultivaron para alimentar caballos y ganado en general. El nombre de «fenogreco» se remonta a su uso en la civilización latina como alimento para animales. En los territorios asiáticos esta planta era conocida por sus virtudes terapéuticas y fue utilizada por la medicina tradicional china y la medicina ayurvédica.

La planta de fenogreco


La alholva es una planta herbácea perteneciente a la familia de las fabáceas, es decir, es una leguminosa. Parece ser originaria del Mar Negro. Es una planta anual, que prefiere las tierras ricas en piedra caliza. Puede alcanzar hasta 60 cm de altura. Las hojas se dividen en tres folíolos de forma ovalada, que se disponen casi formando un triángulo. El nombre de trigonella, con el que se conoce al fenogreco en botánica, aludiría a la figura geométrica que recuerdan sus hojas. Las flores son de color amarillo pálido y florecen en los meses de junio y julio. La fruta, en cambio, madura entre agosto y septiembre. Se asemeja a una vaina, que puede alcanzar de 5 a 15 cm y contener hasta 20 granos. Una vez secas, las semillas se vuelven muy duras. En fitoterapia son la parte utilizada del fenogreco, ya que contienen un ‘

Las propiedades del fenogreco


En la medicina herbal, la planta de fenogreco se conoce como trigonella. Las semillas que contienen trigonelina se utilizan con fines terapéuticos. Las propiedades emolientes y expectorantes del fenogreco se derivan de la presencia de este alcaloide (sustancia vegetal con potentes efectos farmacológicos). Las semillas compactas se obtienen de frutos maduros mediante el procedimiento de secado y luego batiendo y descascarando. Se le ha atribuido al fenogreco efectos reconstituyentes y estimulantes desde la antigüedad. Investigaciones científicas recientes sobre el contenido de vitaminas (tiamina, riboflavina, B6) y sales minerales (cobre, hierro, magnesio, manganeso) confirmarían los beneficios tradicionalmente reconocidos del fenogreco en caso de anemia, anorexia, depresión, convalecencia y lactancia. Las semillas también se utilizan contra infecciones del tracto respiratorio y para tratar heridas o dolores reumáticos. Estudios recientes han demostrado los efectos reductores de los triglicéridos, el colesterol y el azúcar en sangre provocados por el alto contenido de fibra presente en las semillas.

Fenogreco: las contraindicaciones del fenogreco


Numerosas investigaciones científicas han aportado pruebas a favor de la baja toxicidad del fenogreco. El consumo de grandes cantidades puede provocar alteraciones gastrointestinales, que son transitorias ya que son provocadas por el alto contenido de fibra. En el caso del extracto, nunca se debe exceder la dosis diaria de tres gramos. En particular, no se recomienda tomarlo durante el embarazo. Debe recordarse, de hecho, que el fenogreco se ha utilizado desde la antigüedad para promover el parto. Las sustancias contenidas en las semillas tienen la propiedad de estimular las contracciones uterinas, facilitando así el parto. Como precaución, se recomienda no exceder en el consumo durante el embarazo porque podría provocar partos prematuros. Finalmente,

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