Cuidado del cactus cola de gato (Cleistocactus winteri)

Los nombres populares de plantas, particularmente cactus y suculentas, a menudo son bastante confusos y a menudo ocurren superposiciones. Este es el caso del totora, cuyo nombre científico es Cleistocactus winteri. Esto es muy importante para estar seguro de la identidad de la planta en cuestión. El cactus cola de gato es parte de la categoría de cactus sobresalientes.

El cactus totora, Cleistocactus winteri, es originario de Bolivia. Sus tallos, cuando son jóvenes, son columnares y se vuelven caídos a medida que se alargan. Estas estructuras están cubiertas por delicadas espinas amarillas, poco agresivas, que le dan un aspecto dorado al cactus. Bien cultivada, esta planta puede alcanzar hasta 1 metro de longitud.

Las flores del cactus cola de gato son increíbles. Como si el aspecto exótico de los largos tallos, en forma de colas doradas peludas, no fuera suficiente, la especie aún produce delicadas flores de color salmón, que se abren como pequeñas trompetas. Cuando se ven desde arriba, se asemejan a mini margaritas naranjas.

Estas estructuras suelen aparecer a lo largo de todo el tallo, en plantas adultas, preferiblemente durante los meses más calurosos del año, en primavera y verano.

A diferencia de las flores de otros cactus colgantes, que se sabe que duran solo una noche, las producidas por el cactus de totora se pueden disfrutar durante varios días, con los capullos floreciendo secuencialmente.

Para que las flores duren más y se mantengan hermosas durante más tiempo, es aconsejable evitar regarlas durante el riego. El exceso de humedad puede favorecer la proliferación de hongos que comprometen la aparición de flores. Aún así, esta es solo una cuestión estética.

Por otro lado, el exceso de agua en las raíces del totora puede provocar la rápida descomposición de estas estructuras, un fenómeno que a menudo se propaga por todo el tallo, destruyendo la planta.

Cuando esto sucede, la única solución es cortar la parte superior, antes de que sea afectada por la enfermedad, y plantarla por separado. Esta es también una forma de propagar cactus de totora. Sin embargo, es extremadamente importante que la parte seccionada no se plante inmediatamente.

Es necesario esperar unos días, en un lugar muy seco y ventilado, hasta que la herida esté bien cicatrizada. Solo entonces se podrá plantar el esqueje en otra maceta, con nuevo sustrato. Al principio, es importante regar con moderación, hasta que se desarrollen las raíces.

También es bueno recordar que, tanto en el caso de un corte para evitar que la planta se pudra, como en el caso de querer multiplicar la planta, la base restante, enraizada en el jarrón, tendrá una cicatriz muy desagradable, desde un punto de vista estético.

Para evitar accidentes por exceso de riego, lo ideal es plantar la espadaña en un suelo arenoso, bien drenable y pobre en nutrientes, que imita al que se encuentra en su hábitat original.

El sustrato en cuestión se puede comprar listo para usar, generalmente se vende como suelo adecuado para el cultivo de cactus y suculentas, o se puede preparar en casa mezclando tierra vegetal y arena gruesa.

Es importante evitar el uso de arena de playa, que contiene altos niveles de salinidad, que son perjudiciales para el desarrollo de las raíces.

Al igual que con otros cactus de aspecto similar, la cola del gato crece relativamente rápido. Esto también es válido para las raíces, que necesitan mucho espacio para un buen desarrollo.

De vez en cuando es recomendable realizar replantaciones, para renovar el suelo y dar más espacio para que crezca el sistema radicular.

Al contrario de lo que solemos imaginar, no a todos los cactus les encanta pasar el día asándose bajo el sol pleno y despiadado del desierto. Hay muchas especies de cactus de sombra, con hábito epífito, que están acostumbrados a vivir en los bosques, expuestos únicamente a la luz filtrada que proporcionan las copas de los árboles.

Aunque este no es el caso del cactus de totora, la especie tampoco se desarrolla bien a la luz solar directa, especialmente durante las horas más calurosas del día, en verano. En regiones con un clima muy cálido, es recomendable proteger la planta de la incidencia de la luz solar con una pantalla de sombra.

Alternativamente, este cactus se puede cultivar en un lugar con mucha luz indirecta, recibiendo pleno sol solo temprano en la mañana o al final de la tarde.

Por esta razón, es más fácil cultivar el totora dentro de casas y departamentos, ya que su requerimiento de luminosidad es menor, en comparación con el requerido por otros cactus.

Lo mismo ocurre con el cactus cola de mono, que tolera ambientes de semisombra. Aún así, cuanta más luz indirecta se pueda proporcionar a estas plantas, mejor será su desarrollo. La luz también es esencial para que estos cactus florezcan con éxito.

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