Babaco – Carga del Pentágono

Generalidad

El babaco pertenece a la familia Caricacee, al género Carica ya la especie pentagonal; es un híbrido natural entre la papaya de montaña (Carica pubescens) y el Chamburo (Carica stipulata).

Es una planta herbácea y arbustiva, caracterizada por un rápido desarrollo, después de un año desde la plantación puede alcanzar los 3 m de altura. Las raíces son carnosas y tuberosas y colonizan los primeros 30-40 cm de suelo después de seis meses de cultivo, luego se profundizan y se hacen más grandes. El tallo es esponjoso, fibroso, grisáceo y tiene un diámetro decreciente desde la base hasta el ápice. Las hojas se concentran en la parte superior, alternas, palmeadas, tienen 5-7 lóbulos y ápice puntiagudo; la hoja tiene un tamaño bastante considerable, puede tener 50 cm de largo y 45 cm de ancho, con un pecíolo de 55 cm de largo. Las flores son solo femeninas, campanulaceas, de color blanco verdoso, solitarias o agrupadas en grupos de 2-3 e insertadas en la axila de las hojas. En Italia, la floración se produce durante todo el verano, por lo que es muy escamosa.

Frutas

El fruto es una baya sin semillas, de 30 cm de largo y 10 de ancho, con un ápice redondeado puntiagudo y una sección pentagonal. La piel es de color verde oscuro en las bayas aún no maduras, con vetas amarillas en las parcialmente maduras, mientras que es completamente amarilla en las frutas completamente maduras. Cuando está madura, la pulpa es de color blanco cremoso, acuosa, fragante y tiene un sabor intermedio entre piña y naranja. Los frutos alcanzan su tamaño máximo dos meses antes de la cosecha.

Una baya tiene un peso medio de 1 kg, pero en la misma planta puede haber otras que pesen 2 kg; cada planta produce más o menos 35-40 frutos. Las plantas de Babaco, obtenidas por multiplicación por esquejes o por micropropagación, son muy uniformes en diferentes cultivos, por lo que actualmente no existen cultivares diferenciables.

Clima y terreno

El babaco prefiere climas húmedos y lluviosos, con temperaturas entre 6 y 30 ° C, las cercanas a cero causan graves daños a la planta. Los vientos fuertes pueden defoliar la planta, por lo tanto, si se cultiva en campo abierto en áreas ventosas, es necesario recurrir a barreras cortavientos. La exposición ideal es a pleno sol, si el brillo es demasiado intenso puede hacer que las hojas se enrollen, por lo que en verano se puede proceder con la sombra del invernadero (en Italia).

El babaco crece bien en suelos arenosos, de textura media, profundos, volcánicos y arcillosos arenosos, en suelos arcillosos-limosos, el drenaje y el lecho son esenciales ya que los estancamientos de agua provocan la pudrición de las raíces y el cuello. Es originaria de las tierras altas de Ecuador, Australia y Nueva Zelanda; en Italia se cultiva en invernaderos especialmente en Lazio, en este caso es importante evitar corrientes de aire que bajan la temperatura y la humedad relativa, favoreciendo la aparición de desórdenes fisiológicos en las plantas.

Técnicas de cultivo

En nuestro país se utilizan invernaderos de madera o hierro galvanizado, revestidos con polietileno neutro, equipados con sistemas de calentamiento de aire o agua; deben tener una altura mínima de 3,5 m en el punto más alto. Antes de plantar se debe realizar un hoyo de 50-60 cm con una fertilización a base de estiércol maduro integrado con fertilizantes fosfo-potásicos. Las plántulas se plantan en primavera en un hoyo circular de 30-40 cm de ancho y profundo, luego se entierran con tierra enriquecida con turba y fertilizante. Los diseños de plantación adoptados son de 1,5 X 1,5 m ya que las hojas adultas del babaco pueden alcanzar un metro de largo, incluido el pecíolo. En la fila, es mejor cubrir con una película de polietileno negro para controlar el desarrollo de malezas, parásitos del suelo y racionalizar el agua de riego. Durante la fase de crecimiento las plantas deben mantenerse a una altura no superior a 2 m evitando la formación de nuevas flores apicales; después de 2-3 ciclos de producción se desmocha la planta a 30 cm del suelo con la ejecución de un corte oblicuo para favorecer el desarrollo del brote lateral que dará vida a un nuevo ciclo.

La fertilización consiste en administrar fósforo y potasio en febrero y fraccionar el nitrógeno durante todo el ciclo vegetativo del babaco, distribuyéndolo en dosis bajas y alejado del tallo por tener acción cáustica; los fertilizantes se pueden agregar mediante fertirrigación. En las zonas de cultivo de babaco donde la precipitación es inferior a 50 mm mensuales, es necesario intervenir con riego de emergencia. En regiones muy cálidas se eligen sistemas de riego por aspersión o nebulización, que aumentan la humedad relativa del aire limitando el calor excesivo, en áreas que no son demasiado calientes es preferible adoptar el sistema de goteo. La cosecha es gradual y puede durar de 6 a 12 meses, el momento óptimo corresponde a un color verde oscuro con vetas amarillas en los frutos.

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