árbol de manzana

Cómo regar la planta

El manzano necesita un riego bastante regular, cuya frecuencia también depende de la tendencia de las lluvias; De hecho, es fundamental evitar el estancamiento del agua, que a menudo provoca la pudrición, y mojar la planta cuando el suelo ha estado seco durante unos días. Además, los riegos deben realizarse según la edad del árbol, ya que los ejemplares más jóvenes necesitan una mayor cantidad de agua que los más viejos. El método de la gota está completamente recomendado, gracias al cual es posible abastecer a la planta con los recursos hídricos necesarios, sin desperdicios ni excesos; gracias a los goteros, la superficie del suelo o la zona de las raíces se humedece de forma directa, continua o intermitente. También se practica el riego por fluencia, pero se trata de terrenos escarpados.

Asesoramiento en cultivo


Para este árbol frutal recomendamos un suelo bien drenado y pobre en caliza, aunque generalmente la planta se adapta a muchos tipos de suelo; Sin embargo, podría ser conveniente realizar una operación de triturado, preferiblemente con paja, para dificultar el desarrollo de malezas. Es una excelente costumbre trabajar la tierra antes de plantar las raíces, para que quede más suave y aireada. La siembra debe realizarse en un hoyo de aproximadamente un metro de ancho, en cuyo fondo se debe colocar una capa de abono orgánico, por ejemplo el cornunghia; También se sugiere instalar una estaca para apoyar el crecimiento del árbol. La poda debe realizarse con herramientas desinfectadas y solo para eliminar ramas secas o, posiblemente, partes enfermas.

Cómo fertilizar


La primera fertilización debe realizarse en el momento de la plantación del árbol, y debe basarse principalmente en sustancias orgánicas como el maíz o el estiércol; luego es necesario fertilizar todos los años. Si la operación se realiza en primavera, es recomendable aportar a la planta una gran cantidad de nitrógeno, elemento que favorece el crecimiento de nuevos tejidos y que, precisamente por ello, conviene limitar durante la temporada de otoño: si no fuera así el caso, de hecho, durante el invierno el árbol se debilitaría por un exceso de partes vegetativas. Los otros dos macroelementos esenciales, potasio y fósforo, deben estar constantemente presentes en los fertilizantes utilizados; el primero mejora las cualidades organolépticas de los frutos, el segundo favorece el fortalecimiento de las raíces y el follaje.

Manzano: exposición, enfermedades y plagas


La exposición del manzano debe tener lugar en un ambiente soleado, pero protegido de vientos intensos: el árbol soporta bajas temperaturas, pero ráfagas demasiado fuertes provocan graves daños. Como enfermedades molestas cabe destacar el mildiú polvoroso y el cancro de las ramas, ambos provocados por hongos; el primero se reconoce fácilmente por el moho blanquecino que se extiende sobre las hojas y requiere fungicidas, el segundo se manifiesta con secado y agrietamiento y requiere tratamientos químicos específicos. Entre los parásitos debemos mencionar la araña roja, que determina la caída del follaje y el nacimiento de áreas necróticas y se puede contrarrestar con soluciones naturales, por ejemplo pesticidas que contienen ajo. Igualmente dañina es la carcoma amarilla, que a menudo se combate con nematodos entomopatógenos.

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