Calabacín de mildiú polvoroso

¿Qué es el mildiú polvoroso?

El mildiú polvoriento es una de las principales amenazas de los cultivos de jardín y, en particular, de las curcubitáceas, pepinos y calabacines. También conocida como «enfermedad blanca» por las manchas blancas que provoca en los cultivos infectados, el mildiú polvoriento es una enfermedad fúngica que, una vez diseminada, es difícil de erradicar: observar su presencia en el momento oportuno es fundamental para prevenir daños múltiples. De hecho, las manchas se extienden en poco tiempo haciéndose cada vez más anchas, para crear una pátina blanca que recubre la hoja impidiendo que cubra toda la hoja, dejándola seca. Una vez que la enfermedad fúngica se ha extendido, la planta se ve comprometida y su recuperación es difícil: por eso la prevención es fundamental. L ‘

Prevención


La prevención es particularmente importante para un trastorno que es difícil de combatir y fácil de propagar: la primera acción importante que se debe tomar es garantizar que el mildiú polvoriento nunca tenga un ambiente fértil disponible para proliferar. Entre las hileras de calabacines y, en general, de los cultivos, es bueno dejar suficiente espacio para favorecer la recirculación del aire, evitando así también el contacto directo entre las hojas de las diferentes plantas. También se debe favorecer el intercambio de aire entre las hojas de una misma planta, eliminando las más viejas y ahora secas, especialmente cerca de los frutos. También se debe evitar el estancamiento de agua, ya que favorece la propagación de esta y muchas otras enfermedades fúngicas y parasitarias. Es mejor regar al amanecer y al desplazarse, evitando el

Calabacín de mildiú polvoroso: Remedios


Eliminar el mildiú polvoriento, una vez que ha colonizado una planta, no es nada fácil. Sin embargo, si la planta no es recuperable, es importante intervenir de manera oportuna arrancándola y eliminándola de otros cultivos en el jardín: las esporas, de hecho, podrían llegar fácilmente a otras plantas por aire, arruinando cultivos enteros. La lucha puede ser química o incluso biológica, gracias al uso de productos antifúngicos a base de azufre. El tratamiento se puede repetir varias veces durante el año, para asegurarse de que el desorden no vuelva a proliferar, arruinando los calabacines y otros cultivos cercanos. Cabe recordar, sin embargo, que el azufre tiene poder preventivo: actualmente no es posible eliminar la infestación, pero solo será posible eliminar las hojas afectadas, si no son muchas,

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