Bambú de la suerte

Al convertirse en un objeto decorativo por derecho propio, perfectamente integrado en los modernos y refinados interiores contemporáneos, el bambú de la suerte encontrará su lugar en su hogar.

Ofrecida a menudo por amigos que conocen su función como amuleto de buena suerte, esta planta fácil de cultivar es todavía desconocida.

Un bambú que no es un bambú…

El afortunado bambú, sólo tiene bambú en su nombre. De hecho, se trata de un tallo de Dracaena sanderiana , un arbusto originario del Camerún que todavía puede alcanzar 1,5 m de altura para una extensión de 80 cm. Los floristas y horticultores utilizan los tallos delgados y erguidos. Luego modelarán formas espirales, trenzadas, piramidales o las pondrán en escena en composiciones originales.

Un símbolo de la suerte

El bambú de la suerte, según la tradición, trae suerte y armonía en el hogar del receptor.

El número de tallos correspondería también a diferentes tipos de nociones positivas:

  • Tres tallos traerían la felicidad;
  • Cinco tallos, salud;
  • riqueza de siete tallos;
  • y ocho tallos de prosperidad.

Puntas de crecimiento

El Bambú de la Suerte es una planta que aprecia el calor, no lo coloques en una habitación por debajo de los 15°.

Una situación de luz sin luz solar directa le vendrá muy bien. Se necesita poca agua para su bienestar, sólo hay que sumergir las raíces y la base del tallo. Cambie el agua una vez por semana y recuerde aplicar fertilizante de nitrógeno líquido una vez al mes.

No olvides quitar el polvo acumulado en las hojas con un baño en la ducha o con una esponja húmeda, esto permitirá a la planta realizar sus intercambios de gases correctamente y la mantendrá sana durante mucho tiempo.

También es posible plantar Dracaena sanderiana en una maceta, en una mezcla de tierra para macetas y tierra vegetal. La exposición debe ser la misma que para los sujetos cultivados en agua, regar dos veces por semana será más que suficiente.

La multiplicación de esta planta es fácil; basta con cortar el tallo en varios trozos que se pondrán a enraizar horizontalmente con un ojo vuelto hacia el cielo sobre un sustrato de abono vegetal aligerado por una buena parte de arena. La humedad debe ser entonces constante.

La estratificación aérea también es una buena solución para propagar esta planta.

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