El búho, un búho aliado con el jardinero

Lindo y regordete, el pequeño búho de ojos dorados se está volviendo raro en el paisaje francés, hasta el punto de estar actualmente amenazado. Sin embargo, es un aliado del jardinero; ¡saber cómo preservarlo!

El Búho de Atenea (Athene noctua)

Símbolo de la sabiduría

El Búho Búho es un pequeño ave de presa que pertenece a la familia de los Estrígidos. Ya en la antigüedad se consideraba un símbolo de sabiduría y se asociaba con la diosa Atenea.

Con una altura de 22 cm de longitud y un peso medio de 170 g, el Búho Búho cabe en la palma de una mano. Su plumaje marrón claro salpicado de manchas blancas cremosas se mezcla perfectamente con su hábitat y proporciona un buen camuflaje entre los troncos de los árboles y las cavidades en las que se refugia.

Un amigo del hombre

Muy presente cerca de las casas de campo, el búho encuentra su hábitat en los bocajes, prados y huertos. Vive en las afueras de los pueblos donde aprovecha los nichos que ofrecen las grietas en las paredes de los viejos graneros, en los árboles desmochados o muertos.

Había 100.000 parejas en Francia en 1960, ahora sólo hay 30.000. Es el aliado del jardinero y del agricultor, ya que se alimenta principalmente de pequeños roedores como ratones de campo, musarañas, ratones de campo o ratones. De vez en cuando despeja el jardín de gusanos e insectos grandes, a veces orugas. Al anochecer su grito agudo parecido al maullido de un gato es muy característico.

Las parejas de búhos son muy fieles y sólo se separan por la muerte de uno de los dos socios. Su territorio cubre una superficie de unos 400 m².

Cómo preservar el búho

Lamentablemente, el búho está amenazado por la agricultura intensiva y la urbanización, que está destruyendo gradualmente sus nichos ecológicos. La poda de los árboles para la producción de leña (árboles polinizadores), con su forma característica, ha caído en el olvido, los cultivos anuales están reemplazando gradualmente a los prados naturales, y el uso de productos fitosanitarios no es ajeno a su rarefacción.

Por lo tanto, para preservar la cabra, es necesario preservar un ambiente de vida saludable. Aquí hay algunas acciones que pueden ayudar:

  • Conservación y plantación de setos diversificados;
  • Mantenimiento o restauración de árboles trasmochados;
  • Mantenimiento de los pastizales naturales;
  • Uso restringido de productos fitosanitarios;
  • Conservación de algunos árboles muertos;
  • Colocación de cajas nido específicas y sistemas antiahogo en bebederos;
  • Preservación de edificios antiguos y cavidades en edificios existentes.

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