Preguntas frecuentes sobre la permacultura

A menudo mal utilizado o simplemente confundido con una técnica de jardinería, el término «permacultura» sigue siendo un misterio para muchas personas. ¡Aquí hay una aclaración bien merecida!

  • ¿Cómo se aplican los principios de la permacultura en el jardín?
  • ¿Cómo entendemos el concepto de compartir en la permacultura?
  • ¿De dónde viene la palabra permacultura?
  • ¿Cuánto tiempo hace que existe el concepto de permacultura?
  • ¿Corresponde la permacultura a la producción orgánica o a la agroecología?
  • ¿Es la permacultura un método de jardinería?
  • ¿Es la permacultura una utopía?
  • ¿Hay lugar para el reciclaje en la permacultura?
  • ¿Son sostenibles los rendimientos de una operación de permacultura gestionada?
  • ¿Por qué el diseño en la Permacultura?
  • ¿Qué es la permacultura humana?
  • ¿Qué es la Permacultura?
  • ¿Qué es el diseño de permacultura?
  • ¿Cuál es la importancia de los seres humanos en la permacultura?
  • ¿Cuáles son los objetivos de la permacultura?
  • ¿Una frase para definir la permacultura?

¿Cómo se aplican los principios de la permacultura en el jardín?

El objetivo es favorecer el retorno a las prácticas basadas en los ciclos de la naturaleza y en la observación y el respeto de los ecosistemas. La tierra no debe considerarse como un simple soporte para el cultivo, sino como una entidad repleta de vida y de microorganismos que entran en simbiosis y participan en el reciclaje de la biomasa.

El acolchado, la creación de montículos, la presencia de fronteras, la conservación de hierbas silvestres que sirven de plantas hospederas para muchos insectos auxiliares, pero también la creación de setos mixtos que atraen a muchos animales y ofrecen refugio y alimento a las aves son todas acciones que entran dentro del principio de la permacultura. El reciclaje también es importante. Triturar los residuos vegetales para hacer BRF, recuperar los residuos de cocina y jardín para hacer compost, desherbar para hacer abono líquido que tratará naturalmente las plantas, desviar los objetos no utilizados para darles una segunda vida en lugar de tirarlos, recuperar el agua de lluvia o las aguas residuales, utilizar los excrementos de los pollos como fertilizante, son también parte de la lógica de la permacultura.

La plantación de plantas adaptadas al terruño permitirá eliminar el uso de productos de tratamiento y limitar el riego, preservando así los recursos hídricos.

Hay que respetar las estaciones e introducir las plantas en el jardín en el momento adecuado para evitar el uso de invernaderos calentados con combustibles fósiles. La plantación de abonos verdes que aseguren una buena cobertura del suelo y una mejora de su estructura se practicará en las parcelas en lugar de dejar el suelo desnudo y por lo tanto expuesto a la lixiviación. Esto evita la fuga de fertilizantes y el uso de fertilizantes químicos caros y de alto consumo de energía para producirlos y de plástico para envasarlos.

Asimismo, se prefieren los fertilizantes orgánicos, de ser posible de producción propia: té de abono, estiércol de ortiga diluido, compost, excrementos de gallina, estiércol, peladuras de frutas y verduras enterradas, estiércol verde segado, son todas soluciones para fertilizar el suelo mediante el reciclaje y no tienen ningún impacto negativo en el medio ambiente.

La noción de cuidar a los humanos puede adaptarse a las herramientas, elegidas para ser silenciosas y no contaminantes para no perturbar la paz de los vecinos (sierra en lugar de motosierra, guadaña en lugar de desbrozadora, ovejas para reemplazar la cortadora de césped…).

Obviamente, el uso de productos no agresivos para la salud y el medio ambiente formará parte de este principio de respeto.

En cuanto a compartir, intercambiar semillas, esquejes, dar los excedentes de la huerta o un simple ramo de flores son gestos sencillos muy acordes con la ética de la permacultura, al igual que intercambiar consejos, técnicas y servicios.

¿Cómo entendemos el concepto de compartir en la permacultura?

La permacultura es el enemigo de los residuos, y se aboga por la compartición en el sentido más amplio del término. Reparto equitativo de los recursos, pero también de la producción, el reciclaje, la donación, los intercambios. La competitividad y el máximo rendimiento ya no deben ser el centro del interés humano, al contrario, deben trabajar juntos para una mejor calidad de vida y una mejor gestión de los recursos y la producción.

¿De dónde viene la palabra permacultura?

La palabra es una contracción de la palabra inglesa «permanent agriculture» o «permanent culture». El término fue acuñado por Bill Mollison y David Holgrem en los años 70.

¿Cuánto tiempo hace que existe el concepto de permacultura?

Este concepto de estar cerca de la naturaleza se remonta a la década de 1970. Fue creado por Bill Mollison y David Holgrem, dos australianos conscientes de la peligrosa evolución del mundo en ese momento, en particular en los principios del consumo y la explotación excesivos de los combustibles fósiles, pero también de los daños causados por la agricultura intensiva. En 1978, publicaron el libro que se convertiría en la referencia sobre el tema: «Permacultura 1».

El concepto, que algunos creen que es reciente y parte de una nueva tendencia, tiene por lo tanto unos 40 años.

¿Corresponde la permacultura a la producción orgánica o a la agroecología?

No, una vez más, la permacultura no se limita a la agroecología y la agricultura orgánica, aunque sí utiliza algunos de estos métodos.

La permacultura abarca el concepto de respeto a la naturaleza pero también a los seres humanos. Incluye el intercambio de los recursos producidos, el reciclaje, la cooperación, la equidad, pero también la sostenibilidad en muchos campos como el hábitat, la tecnología, la educación, la salud, pero también las finanzas y la economía.

¿Es la permacultura un método de jardinería?

No, la permacultura se extiende mucho más allá del ámbito de la jardinería. Es una ética, una filosofía que tiene en cuenta la tierra, las personas, la biodiversidad, pero también la redistribución de la producción excedente. Sus preceptos ancestrales pueden aplicarse, por supuesto, al campo de la jardinería, pero sería restrictivo asimilar la permacultura a un método simple de jardinería.

¿Es la permacultura una utopía?

Numerosas investigaciones científicas tienden a demostrar que el concepto de permacultura no es utópico sino realista. Por lo tanto, la permacultura no estaría dedicada a una sola élite altermundista o ambientalista extrema, sino que podría corresponder a un sistema de vida totalmente factible y compatible con la comodidad actual de las sociedades occidentales. No se trata de renunciar a todo, sino al contrario, de producir lo necesario in situ y compartirlo, de trasladarse para reducir el consumo de energía, de crear puestos de trabajo in situ y de favorecer las relaciones humanas.

Muchas granjas en Gran Bretaña o Australia viven sólo bajo el principio de la permacultura con rendimientos muy decentes. Por lo tanto, estas estructuras son eficaces desde el punto de vista agronómico, económico y humano.

¿Hay lugar para el reciclaje en la permacultura?

Sí, absolutamente, incluso forma parte de la ética del concepto, que tiene como objetivo consumir menos y respetar el medio ambiente y compartir. Para David Holmgren, uno de los dos padres de la permacultura, los residuos en el sentido estricto del término ya no son un problema. Él aboga por encontrar valor en cada recurso disponible, si todo es usado o reutilizado, nada es un desperdicio.

¿Son sostenibles los rendimientos de una operación de permacultura gestionada?

Sí, porque gracias a la optimización del espacio, los recursos, las relaciones entre animales y plantas, y el equilibrio entre presas y depredadores. Los rendimientos son tan importantes, si no más, que en la agricultura intensiva, que requiere grandes recursos, maquinaria de alto consumo energético e insumos químicos para compensar la falta de vida y nutrientes en el suelo debido a la sobreexplotación.

¿Por qué el diseño en la Permacultura?

El diseño, si está bien pensado, ahorra tiempo, energía y dinero. No sólo preserva, sino que también regenera la naturaleza, promueve la biodiversidad y avanza hacia la autosuficiencia a partir de la inseguridad alimentaria y energética prevista para el futuro. Si está bien pensado, hace que haya más tiempo disponible para disfrutar realmente de la vida y las cosas que importan. El diseño permite una verdadera eficiencia en los principios de la permacultura.

En lo que respecta a los cultivos, asegura menores necesidades de insumos y energía porque promueve las relaciones entre plantas y animales y tiene en cuenta el terroir (clima, tipo de suelo, relieve, especificidades de la tierra, etc.). El equilibrio natural se restablece, el suelo está más vivo, protegido y fertilizado por las enmiendas orgánicas producidas in situ (compost, estiércol, excrementos de pollo…) y es naturalmente más productivo.

¿Qué es la permacultura humana?

La permacultura humana intenta reproducir el equilibrio que se encuentra en la naturaleza a nivel de las sociedades humanas. La vida en comunidad es un principio fundamental que permitirá la cooperación al servicio de un proyecto común, el de una buena calidad de vida hoy y un futuro sostenible para las generaciones futuras. La solidaridad, la colaboración, el intercambio de servicios, la ayuda mutua y el respeto por los demás son la base de este concepto. Para llevar a cabo este proyecto, el cuerpo debe estar en buen estado de funcionamiento gracias a una dieta saludable, prácticas deportivas, meditación, etc. Estar en armonía con uno mismo permite ser más abierto y tolerante con los demás y construir un futuro mejor.

¿Qué es la Permacultura?

La permacultura es un concepto, un enfoque, incluso una filosofía de vida cuyo objetivo es cuidar su entorno, los seres humanos y compartir los recursos que resultan de una producción sostenible sin impacto negativo en la naturaleza.

¿Qué es el diseño de permacultura?

Una palabra clave, muy utilizada en la permacultura, el diseño es una de las bases de esta ética y sus principios. El diseño es un instrumento para lograr un modo de vida sostenible (a lo largo de varias generaciones) mediante la ejecución de un plan de acción preciso relativo a un lugar elegido. Por lo tanto, cada diseño está vinculado a un lugar específico donde se aplicará para optimizar los recursos y compartirlos sin agotarlos nunca.

El diseño puede resumirse en cuatro palabras: concepción, realización, mantenimiento y adaptación.

Se elabora un plan sobre el papel para posicionar los distintos elementos que deberán cumplir el mayor número de funciones posible al planificar el gasto energético y, si es posible, utilizar los que existen sobre el terreno y que son renovables (solar, eólico, hidráulico…).

El diseño nos permite acercarnos a la autosuficiencia en términos de energía pero también de alimentos, que se producirán y consumirán in situ para reducir el impacto del carbono, todo ello respetando a los animales, la naturaleza y los ecosistemas. Cada elemento tiene su lugar preciso para limitar la «fuga de energía», los viajes innecesarios y el desperdicio.

Orientación del hogar, sistema de calefacción y ventilación natural, recolección de agua de lluvia, baños secos, estudio de las plantas que mejor se adaptan al relieve y al suelo, el lugar del gallinero, el montón de abono, todo está calculado en un diseño.

¿Cuál es la importancia de los seres humanos en la permacultura?

La ética de la permacultura se divide en tres áreas: el cuidado de la tierra, el cuidado de los seres humanos y el reparto equitativo. En la permacultura, el individualismo no existe, uno se cuida a sí mismo, por supuesto, pero también a otros seres humanos del entorno. Los vecinos, la familia, los amigos entran en el principio de la permacultura que rechaza los comportamientos egoístas, envidiosos o celosos. La colaboración es para el bien de todos. Las asociaciones de diversas habilidades para un propósito comunitario, los intercambios, el compartir son las claves del éxito. Por extensión, es importante que las opciones de vida no perjudiquen a otras personas, por ejemplo, evitando comprar ropa fabricada por niños explotados en el fin del mundo o consumiendo productos cuya fabricación implique una molestia para una población.

Siguiendo el mismo principio, es importante no contaminar para preservar los recursos comunes y controlar su impacto sobre el carbono.

En la permacultura se hace hincapié en la producción local y estacional y en las reuniones con los productores y artesanos locales. Más allá de eso, se trata de cultivar una inteligencia colectiva basada en el respeto de las necesidades de cada uno, de desarrollar actitudes positivas para crear relaciones armoniosas con los demás. Unos pocos ensayos en ciudades en transición demuestran que esto es posible, particularmente en Gran Bretaña, donde el concepto tiene sus seguidores.

¿Cuáles son los objetivos de la permacultura?

La permacultura tiene como objetivo diseñar sistemas simples, inspirados en la naturaleza y respetuosos con ella. Estos sistemas deben permitir optimizar los recursos y la energía sin agotarlos, cuidar el suelo considerándolo como un ecosistema por derecho propio y no como un vulgar soporte de la cultura, sino también, cuidar al Hombre y ser más altruista con la noción de compartir los recursos y limitar los desechos.

¿Una frase para definir la permacultura?

«Actuar con la naturaleza y no contra ella»

Deja un comentario