Cereza silvestre

Irrigación

El hábitat natural del cerezo silvestre está representado por áreas boscosas no demasiado húmedas, desde la llanura hasta unos 1600 metros sobre el nivel del mar. Es una planta que puede alcanzar hasta 30 metros de altura y de poca longevidad, que apenas supera los cien años de vida. También muy popular en el jardín, el cerezo silvestre florece abundantemente y antes que el resto de la vegetación. Al ser una planta rústica no requiere cuidados especiales. Bastará con regarlo con regularidad, manteniendo el suelo húmedo pero sin exagerar para no provocar la pudrición de las raíces. Los riegos deben ser más frecuentes durante el período de primavera y verano, para ayudar a la planta que no prefiere suelos demasiado áridos y secos y altas temperaturas.

Como cuidarlo


Si ha optado por plantar un cerezo silvestre en su jardín no tendrá que preocuparse demasiado por su mantenimiento. Es un árbol rústico, que se adapta bien a cualquier tipo de suelo y no requiere cuidados especiales. No le gusta el agua estancada pero requiere suelos que no estén demasiado secos. Prefiere suelos ricos en nitrógeno y exposición directa a los rayos solares. Bastante resistente al frío, la cereza silvestre tolera temperaturas tan bajas como -10 ° C y se encuentra entre las primeras plantas frutales que florecen en primavera. Las heladas pueden producir fisuras en su tronco, de las que sale una resina gomosa de color ámbar, que se utiliza en el campo farmacéutico. El tallo de la cereza se consume ampliamente en la medicina herbal, donde se utiliza para la preparación de productos diuréticos.

Fertilización adecuada


En los primeros años de vida del cerezo silvestre no es necesario realizar ningún tipo de fertilización del suelo. A partir del cuarto año, cuando se planta el cerezo en su emplazamiento definitivo, será aconsejable realizar anualmente tratamientos a base de fertilizantes ricos en nitrógeno. La fertilización debe realizarse después de la cosecha de la fruta. El nitrógeno es de hecho una sustancia necesaria para el correcto crecimiento del cerezo silvestre, y está contenido en muchos elementos que componen la planta. La ingesta de la sustancia se produce directamente del suelo, pero este proceso a veces es difícil debido a la alta volatilidad del compuesto. Un correcto suministro de fertilizante realizado en el período recomendado contribuirá al crecimiento de la planta,

Cereza silvestre: enfermedades y propagación.


Al ser una planta rústica, la cereza silvestre es bastante resistente a los ataques de hongos e insectos. Las principales enfermedades a las que está sujeto derivan de hongos patógenos como el corineo, de la pudrición del aparato radicular y de insectos particulares como el pulgón negro del cerezo, la cochinilla blanca y la mosca del cerezo. Sin embargo, siempre se trata de enfermedades que pueden resolverse fácilmente con la ayuda de productos pesticidas que se pueden encontrar en centros especializados de jardinería. La reproducción de la planta puede tener lugar a partir de semillas. Una vez extraída la pulpa del fruto, que contiene sustancias que impiden la germinación, colocar las semillas en tierra liviana, para que se mojen con regularidad. La germinación tendrá lugar a partir del año siguiente a la siembra de las semillas.

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