Aprenda a plantar su primer jardín

Tener plantas en interiores y exteriores es una forma de reconectarse con la naturaleza, y cada día que pasa se ha vuelto más importante para la humanidad. Las plantas refrescan la casa, son capaces de ayudarnos a controlar la ansiedad, calmarnos y filtrar el aire que respiramos …

En los escenarios caóticos y urbanos en los que vivimos, se convierten en verdaderos oasis. Es por eso que tanta gente recurre a la jardinería para dejar atrás sus problemas. Si es nuevo en este mundo, consulte la explicación básica a continuación.

Valorar la luz



Como nosotros, la luz solar es fundamental para que las plantas crezcan bien y sanas.
Por tanto, la primera medida a la hora de decidir tener un jardín -aunque esté compuesto por macetas- es valorar la luminosidad del lugar.

Las plantas de pleno sol son aquellas que necesitan exposición directa a la luz durante unas horas al día. Las plantas de media sombra son las que prefieren la luz solar menos intensa, ese poco de sol de la mañana o de la tarde.

Las plantas de sombra, en cambio, prefieren la luz difusa, es decir, no les gusta la exposición directa, pero les gusta la luz. Por tanto, es la iluminación la que determinará qué especies formarán tu jardín y qué cuidados debes tener.

Vigile el suelo



Para crecer exuberantemente, las plantas necesitan establecer raíces.
Por tanto, es necesario que un jardín tenga un suelo adecuado para su desarrollo. Para descomprimir el suelo, se recomienda usar un poco de arena de construcción en la mezcla, así el área está más drenada para que drene el agua.

Este suelo preparado se llama sustrato y puede contener algunas sustancias químicas, como nitrógeno, fósforo y potasio, que favorecerán el crecimiento de la planta. Ella también es quien debe maquillar las plantas en macetas que tendrás en el interior o en un porche.

Qué especies de plantas elegir



Idealmente, comience con especies que sean más fáciles de cuidar.
Los cactus y las suculentas necesitan poco riego y mucho sol, lo que lo hace más fácil para quienes aún no tienen la rutina de cuidado de las plantas.

Una opinión, yo empezaría por Philodendron, ya que son fáciles de mantener, la mayoría de las especies de esta familia se adaptan tanto a la sombra como al sol, necesitan agua sí, pero casi nunca mueren por ahogamiento.

¿Cómo

armar un kit de jardinería?

Una regadera y una pala pequeña son los dos elementos fundamentales.
Vale la pena agregar tijeras o alicates de podar, un rastrillo, un tenedor de mano e incluso una azada para ayudar a plantar.

¿Cómo funciona el riego?



Las plantas necesitan agua para crecer.
En jardines pequeños, debe incluir el
riego en la rutina de su hogar. Para áreas más grandes, es interesante considerar un sistema de riego para facilitar.

Vale la pena estudiar cada especie y observar su comportamiento, ya que el exceso de agua puede ser tan dañino como la falta de ella. Un buen consejo es la prueba del dedo meñique.

Sumerja el indicador en el sustrato, si está húmedo no es necesario regar. Si la tierra se siente seca, puede volver a regar.

También es importante utilizar macetas con agujeros en la parte inferior apoyadas en placas para que, en caso de que haya exceso de agua, se pueda escurrir y no dejar la raíz en remojo.

¿Y cómo funciona la poda?



El momento adecuado para podar suele ser al final del invierno, ya que producen menos energía y se encuentran en estado latente.
De esa manera, en la primavera, cuando recibe más sol y más energía, puede fortalecerse.

También vale la pena invertir en podas de mantenimiento y remoción de ramas y hojas muertas para evitar la acumulación de material orgánico que pueda atraer plagas.

¿Cuáles son las reglas de los fertilizantes?



El fertilizante es la sustancia que ayuda a nutrir la planta.
Normalmente, cuando se planta en el suelo en un espacio fértil, tiene la autonomía para extraer nutrientes del propio suelo.

Cuando ponemos una planta en una maceta o cama, acaba siendo dependiente del cuidador para añadir los nutrientes necesarios, ya que se aísla en un recipiente.

Por tanto, siempre conviene estar atento a los abonos adecuados para cada especie. En general, hay dos tipos: fertilizante orgánico, elaborado a partir de estiércol animal, y fertilizante químico, como NPK, que se formula en el laboratorio.

También es posible producir su propio fertilizante casero. Hay muchos tipos de fertilizantes, líquidos, en polvo, gránulos, para diferentes propósitos, ya sea para floración, fructificación, enraizamiento.

Lo fundamental es buscar información sobre la planta que queremos nutrir. Por tanto, estudiar es fundamental.

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