Mandevilla

Necesidad de agua

La mandevilla (familia Apocynaceae, al igual que el rincospermo y la adelfa), es una planta trepadora de rápido crecimiento muy elegante y caracterizada por espléndidas flores de verano fragantes que, según la especie, pueden ser blancas, rosadas, carmesí, rojas o amarillas. . Estos se contrastan con el hermoso follaje lanceolado, que en algunas variedades, como la Mandevilla laxa, es pasajero. Otras especies son M. splendens, con hojas muy grandes, M. sanderi, con flores rosadas, M. boliviens, con flores pequeñas y blancas, y variedades Sundaville, con flores de varios colores. La mandevilla todavía se conoce como Dipladenia. En lo que respecta al riego, se trata de plantas que tienen la particularidad de requerir, en la época estival, una humedad atmosférica elevada pero un riego medio. Por tanto, es necesario vaporizar el follaje de la mandevilla con regularidad y regar los ejemplares en maceta cada 2-3 días, mientras que para los que están en el suelo es aconsejable intervenir solo cuando el suelo esté bien seco. Un poco más exigente, sin embargo, es M. laxa, que requiere riego constante durante la temporada de crecimiento. Todas las especies temen el estancamiento del agua, por lo que es aconsejable mantener los platillos secos.

Como cuidarlo


En nuestro país la mandevilla se cultiva principalmente en macetas, excepto en el sur donde el clima templado permite dejarla al aire libre durante todo el año. Es una planta que requiere un gran recipiente y un suelo bien drenado, rico en sustancias orgánicas pero poco compacto. Se puede obtener, por ejemplo, mezclando una buena tierra universal para plantas con flores, enriquecida con humus adicional y con una pequeña cantidad de arena o, alternativamente, arcilla expandida para colocar en el fondo de la maceta. Mientras se realizan las operaciones de siembra es bueno usar guantes protectores, la mandevilla contiene sustancias venenosas. A principios de otoño es recomendable realizar una poda drástica, que ayudará a que la planta crezca más espesa al año siguiente. Del mismo modo, puede proporcionar una poda de primavera, favorecerá el desarrollo armónico de la planta evitando que se desprenda en la parte inferior y dándole un aspecto más compacto. La multiplicación puede realizarse por semilla o por esqueje. Para esto último, tome ramitas de unos 7-10 cm, corte las hojas bajas y colóquelas en frascos con tierra suelta, para colocarlas en un lugar resguardado, en interiores y con poca luz. Mantén la tierra húmeda.

Fertilización


La mandevilla es una sarmentosa que para ofrecer lo mejor de sí misma, es decir, sus copiosas flores y espeso follaje, requiere una fertilización constante durante todo el período primavera-verano. El fertilizante más adecuado para esta planta debe ser un producto específico para plantas con flores, que por tanto aporta un mayor aporte de potasio que el nitrógeno y el fósforo. Además, como la mayoría de plantas cultivadas en macetas, debe contener los demás micronutrientes necesarios para el metabolismo de estas especies vegetales: hierro, zinc, magnesio, cobre, manganeso, boro. Si se utiliza un fertilizante líquido, la mandevilla se debe fertilizar cada 10 días, diluyendo el producto en el agua de riego. El fertilizante granular, por otro lado, se puede rociar sobre el suelo una vez al mes.

Mandevilla: exposición, enfermedades y remedios


La mandevilla es una planta que ama el calor y los lugares luminosos, pero no la luz directa de las horas centrales del día, sobre todo si el clima es caluroso. En cambio, teme el frío, las fuertes corrientes de aire y la sequía atmosférica. Por lo tanto, en invierno es prácticamente obligatorio hospitalizarlo en un invernadero o en una terraza cerrada, a menos que el clima sea muy suave (siempre por encima de 0, mejor aún por encima de 7-8 ° C). Las enfermedades de la mandevilla no son frecuentes, gracias a las sustancias venenosas que produce; las excepciones son los pulgones, los ácaros y los ácaros. Las partes más afectadas son las yemas y los ápices vegetativos, que deben ser examinados periódicamente para erradicar cualquier infestación en la yema. Los insectos, además de ser visibles, también se manifiestan con hojas pegajosas y deformadas (pulgones), telarañas visibles en el envés de las hojas (araña roja) y, nuevamente en el follaje, manchas blanco-amarillentas (ácaros). Para erradicar las colonias se pueden utilizar insecticidas a base de piretroides, piretro o remedios biológicos, incluidos los preventivos, a base de extracto de ortiga, té amargo o cola de caballo.

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