Fresas trepadoras

Una planta ornamental llena de sabrosos frutos.

Las fresas trepadoras son una variedad de plantas que se pueden cultivar tanto en campo abierto como en macetas. Por tanto, también son aptas para el cultivo en terraza o balcón, donde desprenden toda su belleza como plantas ornamentales. Aunque se les define como escaladores, no cuentan con elementos propios que les permitan escalar de forma independiente. Las plantas necesitan la intervención del hombre que deberá guiarlas sobre unos soportes especiales y atarlas, para que se desarrollen correctamente en altura. Un bastón común, un enrejado o una red serán de gran utilidad para permitir que las fresas trepenpara alcanzar rápidamente hasta un metro y medio de altura. Alternativamente, se pueden plantar en un contenedor suspendido, donde los brotes adquirirán un aspecto caído. En cualquier caso, el suelo debe ser ligero y bien drenado, ya que la planta necesita riegos frecuentes en la base en la temporada de verano, pero teme el estancamiento del agua que podría provocar la pudrición de las raíces. El suelo debe estar siempre húmedo pero nunca empapado.

De la siembra a la cosecha


Para obtener plantas sanas y frondosas es necesario empezar por cuidar el suelo. Este debe ser blando, bien drenado y particularmente rico en sustancias orgánicas. Los elementos nutritivos del suelo se integrarán posteriormente de forma regular, para compensar la cantidad de sustancias que es absorbida por la planta a lo largo del tiempo. Esta necesidad se siente aún más en aquellos ejemplares que se cultivan en macetas. Antes de plantar las plántulas de fresa trepadora.Es aconsejable realizar una rica fertilización del suelo con estiércol maduro. En caso de cultivo de fresas trepadoras dentro de macetas será recomendable repetir la operación en otoño, añadiendo estiércol maduro a la base de las plantas. Al comienzo de la primavera, para optimizar la cosecha, basta con añadir al agua un fertilizante líquido a base de potasio y fósforo una vez al mes, o un fertilizante granular de liberación lenta mezclado con cenizas al pie de la planta.

Características de la planta


La multiplicación de las plantas trepadoras de fresa se produce principalmente por división de los mechones. Esta técnica permite mantener inalteradas las características genéticas de las plantas originales. La división de los mechones se lleva a cabo a fines del invierno, cuando las plantas se preparan para el nuevo período vegetativo. En este período también es bueno eliminar las ramas dañadas por las heladas, las hojas secas y las ramitas que se rompen. Durante los meses más fríos es recomendable proteger la masa radicular de las plantas con un buen mantillo a base de paja o tela sin tejer. En primavera, las plantas se llenarán de delicadas flores blancas, que se convertirán en frutos sabrosos en el período comprendido entre mayo y septiembre. La recolección de la fresa deberá realizarse de forma manual.

Fresas trepadoras: enfermedades y plagas.


En comparación con la variedad común de plantas de fresa rastreras, las trepadoras tienen menos posibilidades de ser atacadas por enfermedades y parásitos, debido a la falta de contacto entre los brotes y el suelo húmedo. Incluso la mejor exposición a la luz previene muchas enfermedades. Sin embargo, las fresas trepadoras pueden ser atacadas por enfermedades fúngicas. Los más temidos son el mal blanco y la herrumbre, caracterizados por el color típico que toman las hojas en esta ocasión. La presencia de pulgones también puede dañar la planta. No se recomienda la intervención con productos fungicidas, ya que las sustancias contenidas en él también involucrarían a los frutos. La mejor defensa contra estas enfermedades es una correcta práctica de cultivo.

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