Cómo plantar hisopo

Hyssopus officinalis

El hisopo es una planta que puede alcanzar una altura de 20 cm a 1 m, con flores que pueden ser violetas, rosadas o blancas. Muy apreciada como planta ornamental en los jardines, sus flores atraen abejas y mariposas, es también una planta cultivada con fines medicinales y para el uso de sus hojas y flores como condimento. Su sabor es fuerte y algo amargo, presentando un intenso y agradable aroma a menta, lo que hace que sus hojas sólo se utilicen en pequeñas cantidades en ensaladas o como condimento para otros platos. Algunos apicultores también cultivan la planta para alimentar a sus abejas, lo que produce una miel aromática con un sabor distintivo.

Clima

El hisopo crece mejor en un clima subtropical cálido, pero también soporta las bajas temperaturas.

Brillo

Debe recibir luz solar directa durante al menos unas horas diarias.

Suelo

Preferentemente se cultiva en un suelo ligero, bien drenado y fértil con un pH entre 5 y 7,5, pero el hisopo puede cultivarse en prácticamente cualquier tipo de suelo con buen drenaje.

Irrigación

Regar de tal manera que la tierra se mantenga siempre húmeda durante los primeros meses, pero sin empaparla. Las plantas bien desarrolladas toleran períodos cortos de sequía y pueden ser regadas más esporádicamente. El exceso de agua en el suelo perjudica a estas plantas.

Plantación

El hisopo puede propagarse por medio de semillas, estancamiento o división de plantas bien desarrolladas.

Sembrar las plántulas en el sitio permanente o en semilleros y otros contenedores, y transplantarlas cuando sean lo suficientemente grandes para ser manipuladas. Las semillas tardan una o dos semanas en germinar.

Las plantas bien desarrolladas también pueden ser divididas, o las ramas de 5 a 10 cm pueden ser parcialmente enterradas en macetas mantenidas húmedas para que se produzca el enraizamiento.

El espacio entre las plantas puede ser de 30 a 60 cm. Esta planta también puede crecer fácilmente en grandes macetas.

Tratamiento cultural

Eliminar las plantas invasoras que compiten por los recursos y los nutrientes.

Cada tres o cuatro años las plantas necesitan ser renovadas a medida que se vuelven leñosas y menos productivas.

Cosecha

En las plantaciones domésticas, las hojas se pueden cosechar según sea necesario a partir de dos o tres meses después de la plantación. En las plantaciones comerciales, cuyo objetivo es la extracción del aceite esencial, la cosecha se realiza normalmente sólo a partir del segundo año, cuando se produce la floración, aunque también es posible hacer una pequeña cosecha en el primer año.

Las hojas son más aromáticas cuando se produce la floración, y las flores también pueden ser cosechadas y consumidas.

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