Cómo cuidar las orquídeas en verano

Orquídea de belleza Potinara Burana

Los mayores problemas que enfrentan los principiantes en el cultivo de orquídeas se produjeron predominantemente durante los meses más calurosos del año. A diferencia de los productores del hemisferio norte, donde el invierno plantea los principales desafíos, aquí es el implacable sol de verano el que tiende a causar estragos en nuestras colecciones.

Hay especies de orquídeas que son bastante rústicas y resistentes a pleno sol, y se pueden cultivar en el jardín. Sin embargo, la mayoría de las especies apreciadas por los coleccionistas son de naturaleza epífita y viven en otras plantas. En este caso, sus hojas están protegidas por la sombra que proporcionan las copas de los árboles y no soportan la luz solar directa.

En el entorno doméstico, así como en los invernaderos, los productores utilizan pantallas de sombra para filtrar los rayos del sol e imitar la luz. Existe una amplia variedad de modelos y tejidos, que permiten el paso de distintos porcentajes de luz.

Un modelo al 70%, por ejemplo, retiene el 70% de los rayos del sol, dejando pasar solo el 30%. El porcentaje más común utilizado en el cultivo de orquídeas es del 50%.

También existen pantallas fabricadas en aluminio, que tienen la propiedad de reflejar los rayos del sol, lo que reduce la temperatura del ambiente debajo de este material.

Harrissoniae Bifrenariae

Es común que los condominios prohíban el uso de estas pantallas, ya que interfieren con las fachadas de los edificios. En este caso, es interesante construir barreras naturales con plantas más resistentes a la luz solar directa, dejando a las orquídeas detrás de este muro verde.

Aprovechando la tendencia de la jungla urbana, es posible construir diferentes microclimas con diferentes niveles de luz en un mismo entorno.

Otro fenómeno muy perjudicial para las orquídeas, durante el verano, son las violentas tormentas, con fuertes rachas de viento y granizo. Es común que, en este momento, los jarrones y estantes sean arrastrados al suelo, llevados por la furia de la lluvia.

Este tipo de tragedia suele ser más frecuente en departamentos ubicados en pisos altos. En este caso, no hay mucho que pueda hacer, aparte de llevar las orquídeas al interior durante las tormentas.

En los meses más calurosos del año, es importante prestar atención a la época en que se riegan las orquídeas. Es bueno evitar que este procedimiento se lleve a cabo alrededor del mediodía, con mucha luz solar.

Idealmente, el riego debe hacerse temprano en la mañana o al final de la tarde. Lo mismo ocurre con la aplicación de fertilizantes y pesticidas.

El verano suele ser el momento en que muchas orquídeas están en pleno crecimiento, desarrollando nuevos pseudobulbos, hojas y raíces. Por ello, es importante prestar atención al esquema de fertilización para optimizar estos procesos.

Por otro lado, es durante el verano cuando las plagas ocurren con mayor frecuencia y es importante una vigilancia más constante.

Los cortes, divisiones y trasplantes se suelen realizar en este momento, ya que la orquídea está en pleno desarrollo y podrá adaptarse más rápidamente a las intervenciones.

No todo se puede controlar o evitar, pero estos cuidados básicos pueden hacer que nuestras orquídeas pasen el verano con menos sufrimiento y con más seguridad. Lo importante es adaptar el cultivo a cada especie y sus necesidades climáticas.

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