Cedro – Citrus medica

Generalidad

El cedro pertenece a la familia Rutaceae, al género Citrus y a la especie medica.

Es un árbol pequeño, de crecimiento lento, de hasta 4 m de altura, que puede asumir un hábito arbustivo, con un tronco bajo. Las ramas son irregulares y tienen espinas cortas y puntiagudas en la axila de la hoja, las jóvenes son rojizas o violetas; las raíces son raíces pivotantes y se desarrollan en profundidad.

Las hojas son siempre verdes, con olor a limón, de hasta 20 cm de largo, ovado-oblongas u ovado-lanceoladas, con un borde ligeramente dentado y un pedúnculo generalmente sin alas. Las flores son hermafroditas o masculinas para el ovario abortivo, blancas con diferentes tonalidades según el cultivar, reunidas de 3 a 12 en inflorescencias terminales; los capullos de flores son de color rojo violáceo. El cedro es una especie remontante, de hecho la floración es continua, puede ser primavera (marzo-mayo), verano (junio) o tardía (septiembre); los mejores frutos son los que maduran en octubre, obtenidos de la antesis de junio. El fruto es una baya, también llamada hesperidio, de 20-30 cm de espesor, oblonga u ovalada, rugosa y llena de protuberancias, con un epicarpio verde que se torna amarillo pálido al madurar y un mesocarpio blanco y muy espeso; el epicarpio y el mesocarpio forman la piel. La pulpa consta de 5-12 dientes y contiene numerosas semillas monoembrionarias. La piel representa el 70% del fruto.

Clima y terreno

El cedro prefiere los climas templados cálidos y subtropicales, en comparación con otros cítricos es bastante sensible al frío, de hecho puede perder sus hojas en invierno. Las temperaturas óptimas para el desarrollo vegetativo y reproductivo varían de 23 a 25 ° C y no inferiores a 12 ° C, mientras que valores térmicos de 4 ° C pueden dañar la producción. La planta puede exponerse a pleno sol, pero es mejor elegir ambientes abrigados en regiones con riesgo de heladas tardías y vientos fuertes, de lo contrario es necesario construir refugios como empalizadas de madera, setos vivos o muros circundantes. El cedro prefiere suelos sueltos, de textura media, arcillosos, moderadamente calcáreos, profundos, ricos en materia orgánica, bien drenados y subácidos o neutros, evita los suelos compactos. Es una especie originaria del sudeste asiático y se cultiva en la cuenca mediterránea, en Oriente Medio, India, Indonesia, Australia, Brasil y Estados Unidos; en nuestro país su cultivo se concentra especialmente en la provincia de Cosenza, en la costa del Tirreno.

Variedad

Los cultivares de cedro se distinguen por las características de la pulpa, que puede ser agridulce. Las variedades de pulpa ácida tienen flores blancas, con tonalidades púrpuras en el exterior, mientras que las dulces tienen flores de color blanco amarillento. Los principales cultivares ácidos son Diamante, Fiorentina, Etrog y Balady, mientras que entre los de pulpa dulce recordamos Córcega y Salò.

Una variedad muy particular de cedro es la mano de Buda, cuyo fruto está desprovisto de pulpa y segmentado en diferentes secciones, cada una de las cuales constituye una unidad por derecho propio; el experiidium tiene una forma irregular en varias excrecencias y no globular. Han cobrado cierta importancia los llamados limones de cedro, que se consideran híbridos entre limones y cedros, dotados de frutos que recuerdan al cedro por el tamaño y grosor de la cáscara y al limón por el aspecto de la planta.

La cedrina es una variedad que se utiliza para obtener un aceite esencial claro y muy fragante, mientras que el de otras variedades de cedro se vuelve turbio y rico en sustancias resinosas.

Técnicas de cultivo

La propagación del cedro se produce de forma vegetativa, utilizando técnicas como el corte y el injerto, el principal patrón utilizado es la naranja amarga.

El sistema de entrenamiento adoptado es el globo con copa completa, con las ramas insertadas en el tallo a 40-50 cm del suelo. Este sistema facilita el cuidado de los cultivos como la poda y la cosecha, protege la planta de la alta insolación y los fuertes vientos, dificulta el crecimiento de malezas alrededor del árbol gracias a la sombra y promueve una rápida entrada en producción ya que requiere pocas operaciones de poda durante la cría. fase. La poda se realiza todos los años, para mitigar la alternancia de producción, eliminando las ramitas atadas dejando las bien espaciadas, los chupones, las ramas secas y enfermas. La fertilización se realiza durante el otoño o al final del invierno con estiércol maduro. El período estival se caracteriza por la ausencia de lluvias, por lo que es necesario intervenir con riego. La vendimia debe realizarse en jornada completa, las producciones rondan los 200 q / ha; las frutas se utilizan para la preparación de frutas y bebidas confitadas.

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