Banana

Riego de banano

El banano necesita una administración de agua bastante frecuente, en particular durante la temporada de verano; Es fundamental que el suelo esté siempre ligeramente húmedo y que nunca permanezca seco durante demasiado tiempo. Durante el otoño y el invierno, si se producen lluvias abundantes y constantes, se debe reducir el riego: esto tiene como objetivo evitar el estancamiento del agua que, al provocar una pudrición radical, tendería a debilitar el ejemplar. Como método de riego, sugerimos que por aspersión, lo que proporciona goteros especiales para colocar debajo del árbol, para mojar directamente el suelo y el área de la raíz. De esta forma, se puede interrumpir el flujo cuando sea más adecuado, y se consigue un considerable ahorro de recursos.

Cultivo y cuidado


Este árbol puede multiplicarse mediante la siembra, pero se recomienda la reproducción por chupones; este último debe colocarse en un recipiente con tierra mezclada cuidadosamente con turba y arena. Tan pronto como aparezcan las primeras hojas, la planta debe transferirse a un recipiente más grande y trasplantarse al jardín después de que hayan transcurrido al menos 7-8 años. El suelo perfecto para el árbol es ligero, suelto y sobre todo bien drenado, para evitar el anegamiento antes mencionado. Se recomienda triturar el suelo periódicamente, para hacerlo más fértil y controlar la evaporación. La poda no es necesaria, pero cuando se nota algún daño en el follaje o la fruta es fundamental retirar las partes dañadas; Se deben utilizar herramientas limpias para evitar posibles infecciones.

Fertilización


Si el plátano se cultiva por su fruto, la fertilización debe realizarse al menos cuatro veces al año: el fertilizante sugerido es rico en potasio y nitrógeno, pero también debe incluir fósforo, en menor medida. Estos tres macroelementos son indispensables, ya que el primero favorece el metabolismo y el fortalecimiento del sistema radicular, el segundo favorece el crecimiento de los tejidos y el tercero acentúa la resistencia del árbol al frío y a las plagas parasitarias. Posiblemente, además, el abono debe contener también otros elementos, en pequeñas cantidades, como magnesio, hierro y molibdeno. La operación de fertilización puede limitarse a dos veces al año si la planta se cultiva con fines ornamentales, pero las sustancias a administrar son las mismas.

Plátano: enfermedades y remedios


La exposición recomendada para este árbol es soleada, luminosa y no sujeta a vientos intensos; las temperaturas demasiado bajas y las heladas se toleran mal. Peligrosas, además, son las enfermedades fúngicas como la Sigatoka negra, causada por el hongo Mycosphaerella fijiensis, que provoca la formación de manchas oscuras en las hojas del ejemplar y en consecuencia limita su fotosíntesis. Los productos fungicidas para ser aplicados en múltiples tratamientos son necesarios para la curación. Otra enfermedad bastante extendida es la cercosporiosis, a su vez causada por hongos, esta vez del género Cercospora: estos se manifiestan con manchas parduscas y arruinan el follaje, flores y frutos, provocando daños considerables en la producción. La mezcla de Burdeos es un remedio adecuado, así como fungicidas químicos especiales.

Deja un comentario