Arcangelica – Angelica archangelica

Generalidad

La archangelica pertenece a la familia de las Umbelliferae, al género Angelica y a la especie archangelica. Es una planta herbácea bienal o perenne, de 1,5 m de altura y 75-90 cm de ancho, con raíces pivotantes, largas, gruesas, carnosas, de color amarillento y de fuerte aroma; el tallo es ramificado, hueco, liso, nudoso, anguloso y verde con vetas rojas. Las hojas son anchas, de hasta 90 cm de largo, de color verde brillante, dentadas, con los pecíolos que cubren el tallo. Las flores son blancas, perfumadas, aterciopeladas en la punta y recogidas en umbelas redondeadas en el ápice de los tallos; la floración se produce en pleno verano.

El fruto, comúnmente llamado semilla, es un aquenio elíptico de color amarillo pálido. La planta emite un agradable aroma.

Clima y terreno

La archangelica prefiere los climas templados frescos y húmedos, es resistente a las bajas temperaturas por lo que es capaz de adaptarse a los duros inviernos. Las mejores exposiciones son a pleno sol o en ambientes moderadamente luminosos, además no se ve afectado por heladas tardías porque tiene una floración tardía. La archangelica es una planta bastante exigente en cuanto a suelo, de hecho prefiere suelos sueltos, húmedos, bien drenados, profundos, ácidos o neutros y muy ricos en sustancia orgánica, mientras que evita suelos arcillosos y calcáreos sensibles al estancamiento hídrico clorosis férrica porque microelementos como el hierro son insolubilizados por la piedra caliza presente en el suelo. Es una especie originaria del norte de Europa, se cultiva en la República Checa, Bélgica y Alemania (en menor medida en Francia) sobre todo para el uso de raíces y semillas;

Propagación

El arcangélico se multiplica por auto diseminación. Las semillas se cosechan cuando cambian de verde a marrón, sembrándolas en el semillero unas semanas después, en julio-agosto. Las semillas recién cosechadas nacen en poco tiempo, las de 4-5 meses germinan a los 20-30 días, mientras que para semillas más viejas los tiempos son aún más largos. Para mejorar la germinación de las semillas, se pueden administrar hormonas; los suelos del semillero deben ser ligeros y siempre húmedos. Tres meses después de la siembra, las plántulas están listas para trasplantar.

Técnicas de cultivo

Una vez obtenidas las plántulas en el semillero, se procede a la siembra en campo abierto; el trasplante se realiza en otoño en climas templados y en primavera en ambientes más fríos. Es posible sembrar directamente en campo abierto si el suelo está bien refinado, en este caso, si es demasiado denso, el exceso de plántulas debe aclararse. La distancia entre las hileras es de 80-100 cm y en la hilera de 20-40 cm, con una densidad de 6-8 plantas / m2. En la rotación es necesario esperar al menos cuatro años para volver a plantar la archangelica o un cultivo perteneciente a la familia Umbelliferae. Las malas hierbas se mantienen bajo control desyerbando. Con la fertilización, se debe distribuir una gran cantidad de estiércol maduro a la planta y nitrógeno en el reinicio vegetativo, si el cultivo está destinado a la producción de raíces, es una buena práctica administrar fósforo y potasio durante la preparación del suelo y las inflorescencias deben eliminarse para asignar los nutrientes al sistema radicular. El riego se realiza en veranos con poca lluvia. La archangelica suele ser objeto de ataques de parásitos, entre los animales recordamos los ácaros, los himenópteros y los pulgones; las raíces almacenadas en almacenamiento pueden verse afectadas por polillas y escarabajos. Un hongo muy peligroso es el manchado, que si es intenso puede provocar la caída de las hojas. La archangelica suele ser objeto de ataques de parásitos, entre los animales recordamos los ácaros, los himenópteros y los pulgones; las raíces almacenadas en almacenamiento pueden verse afectadas por polillas y escarabajos. Un hongo muy peligroso es el manchado, que si es intenso puede provocar la caída de las hojas. La archangelica suele ser objeto de ataques de parásitos, entre los animales recordamos los ácaros, los himenópteros y los pulgones; las raíces almacenadas en almacenamiento pueden verse afectadas por polillas y escarabajos. Un hongo muy peligroso es el manchado, que si es intenso puede provocar la caída de las hojas.

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