Enfermedades y parásitos de los ficus

Ornamental por la belleza de su brillante follaje verde, el ficus es una de las plantas de interior más compradas. Es fácil de cultivar, pero puede ser víctima de enfermedades y diversas plagas.

Condiciones de cultivo favorables para evitar las caléndulas

Plagas, enfermedades, caída de hojas pueden ser evitadas si las condiciones de crecimiento son adecuadas para su ficus. Aquí hay algunas ideas para ayudarle a acogerlo en las mejores condiciones…

El ficus odia ser molestado, así que elige su ubicación con cuidado y evita moverlo.

Instálelo a plena luz, sin luz solar directa en las horas más calurosas del día, en un lugar protegido de las corrientes de aire que teme.

La temperatura ambiente no debería bajar de 15°C.

Rocíe el follaje a menudo y añada agua una vez a la semana. No dejes agua en la taza, ya que esto podría causar asfixia de la raíz. En invierno, espera a que el sustrato esté seco en la superficie antes de volver a regar.

Piense también en replantar (o sacar a la superficie) su ficus cada primavera y aplicarle regularmente fertilizante para que no sufra deficiencias que lo debiliten.

Todos estos parámetros, si no se respetan, pueden explicar el amarillamiento, las manchas o la caída de las hojas, que son muy comunes en los ficus.

Plagas y enfermedades de los ficus

Las cochinillas son reconocibles por los montones de algodón blanco que las rodean. También pueden segregar melaza que hace que las hojas sean pegajosas. Esta melaza es un vector de la fumagina, una enfermedad criptogámica que hace que aparezca una especie de polvo negro en el follaje. Poner en cuarentena la planta para evitar que infecte a otros y rociar una mezcla de agua y jabón negro en todas las partes aéreas, incluyendo el envés de las hojas, para eliminar los insectos escamosos. Enjuague el follaje antes de rociar con estiércol de cola de caballo para controlar la fumagina.

Los insectos escamas de escudo son más difíciles de observar porque se adhieren a las partes leñosas y tienen el mismo color que el tronco. Empapa un bastoncillo de algodón en alcohol metilado y quítalo con paciencia. Busca con cuidado en cada rincón para encontrarlos porque les gusta vivir en lugares difíciles de alcanzar.

Las arañas rojas son más frecuentes si la planta vive en un ambiente demasiado seco. Pequeñas telarañas en el envés de las hojas y un característico amarillamiento deberían ser una advertencia. Nebulice el follaje a menudo con agua (dos veces al día) y rocíe estiércol líquido de ortiga como medida preventiva. No coloque su ficus cerca de una fuente de calor.

Las moscas blancas, también conocidas como «moscas blancas», son pequeños insectos que muerden y chupan y causan el amarillamiento y la caída de las hojas. Dúchate con el ficus afuera para eliminar el mayor número de bichos posible y luego rocía una mezcla de agua y jabón negro.

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