¿Azufre para qué?

El azufre se ha utilizado durante siglos como una alternativa orgánica a los plaguicidas químicos que son peligrosos para la salud y el medio ambiente. Eficaz contra las enfermedades criptogámicas, se encuentra en varias formas.

Los diferentes tipos de azufre

El azufre se puede encontrar en centros de jardinería, cooperativas agrícolas o grandes tiendas de bricolaje. Se presenta principalmente en dos formas empaquetadas en cajas de cartón:

  • El azufre mojable consiste en un polvo o gránulos que simplemente necesita ser diluido con agua, de ahí su nombre «mojable». Se puede mezclar con la mezcla de Burdeos durante los tratamientos preventivos de las enfermedades por hongos. Se dosifica de 7,5 a 12,5 g por 10 litros de agua dependiendo de las plantas a tratar.

  • La flor de azufre es más rara y sólo puede aplicarse en tiempo de calma, sin viento o en invernaderos. Este azufre sublimado tiene la forma de un polvo muy fino (como el polvo de talco), y no debe diluirse en agua sino aplicarse en su forma original, utilizando un aplicador de polvo, a una dosis de 20 g por m². No olvide llevar una mascarilla específica durante la aplicación, ya que el polvo puede irritar las vías respiratorias.

Condiciones de aplicación del azufre

Para que la sublimación de azufre se lleve a cabo correctamente, la temperatura ideal debe estar entre 20 y 25°C y la luminosidad debe ser óptima. No tratar en tiempo nublado y por debajo de 18°C, el tratamiento sería entonces inútil. Del mismo modo, evitar el tratamiento cuando hace calor, ya que las plantas pueden quemarse. Si es realmente necesario tratar en verano, hágalo por la mañana temprano antes de que la temperatura suba a más de 26°C.

El azufre también puede utilizarse como enmienda en caso de deficiencia de este elemento (poco frecuente), pero también para acidificar un suelo demasiado alcalino.

El azufre desprende un vapor que entra en el corazón de las células de los hongos responsables de las enfermedades criptogámicas (oídio, costra, óxido, etc.). Debilita o destruye estos hongos e incluso algunos ácaros responsables de las agallas, también mantiene alejados a las hormigas, pulgones y chinches.

El efecto del tratamiento dura sólo una semana, por lo que debe renovarse, pero sólo en caso de un verdadero ataque fúngico o parasitario, porque con el tiempo resulta tóxico para algunos organismos beneficiosos como los bichos depredadores, los mosquitos o los ácaros e himenópteros depredadores. Desconfianza y moderación, por lo tanto!

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