Cómo cultivar Sete-leguas (Podranea ricasoliana)

Podranea ricasoliana, más conocida como siete-leguas, es una planta trepadora que justifica su sobrenombre por la rapidez de su crecimiento, tiene ramas largas y ramificadas, que pueden alcanzar los 10 metros de longitud.

Es una planta originaria de Australia. Su floración se da durante todo el año, pero esta especie prefiere pleno sol en primavera y verano.

Sus inflorescencias aparecen en los extremos de las ramas, formadas por grandes flores en forma de trompeta, de color rosa con vetas rojizas, y son fragantes.

Para cultivar Podranea ricasoliana, el lugar elegido debe tener un suelo fértil y drenable enriquecido con fertilizantes o materia orgánica. El clima debe ser cálido y el suelo debe permanecer húmedo durante los primeros meses de crecimiento.

Acepta podas anuales en invierno, que controlan el crecimiento del follaje y favorecen una floración más intensa.

Las ramas de siete leguas son muy flexibles, y cuando tocan el suelo producen rápidamente nuevas raíces y ramas, lo que las hace ideales para cubrir pendientes, muros, vallas y pérgolas. Mantenga siempre la planta apoyada sobre soportes fuertes y grandes.

Para plantar, haga agujeros del doble del tamaño del terrón. Añada 300 gramos de abono animal y, en el fondo del hoyo, ponga un poco de arena para asegurar el drenaje.

Aprecia el suelo húmedo, pero no empapado, no descuide el riego cuando la planta es joven, después de adulta tolera sequías un poco más no prolongadas.

Al plantar, incorpore 20 litros de estiércol de ganado bien curtido y 100 gramos de superfosfato en el hoyo, o, si prefiere usar fertilizante mineral, aplique 10 cucharadas de NPK 4-14-8.

Fertilizar al final del invierno con compost orgánico y harina de huesos y en primavera-verano con abono mineral NPK 4-14-8.

Su multiplicación es por esquejes, acodos y raramente por semillas. Evite plantar la planta cerca de los techos; su crecimiento puede hacer que las tejas se alejen.

Deja un comentario