La árnica montana es una planta común en varias regiones europeas, que crece en suelos pobres, ácidos y a veces pantanosos a alturas de hasta 3.000 metros sobre el nivel del mar.
Se ve con frecuencia en Bélgica, Alemania, Italia, Polonia y en algunas regiones de Suiza, siendo Francia y Rumanía los principales productores.
En jardines se puede cultivar a través de semillas y su germinación es del 80%. Es una planta de la familia Asteraceae.
Su tamaño es de 15 a 60 cm de altura, tiene hojas verdes y flores amarillas. Goza de un clima templado / subtropical y su cultivo debe ser a pleno sol o media sombra.
La planta es ampliamente utilizada en preparaciones homeopáticas y herbales en las áreas de la medicina, como acupuntura, antroposofía, cirugía plástica, homeopatía, ortopedia, oftalmología, odontología, fisioterapia, medicina veterinaria, entre otras áreas.
Es un remedio sagrado para eliminar las manchas de roca o los moretones que resultan de una herida. Tiene una sustancia llamada quercetina, responsable de aumentar la resistencia de los vasos y el riego sanguíneo.
También se aplica sobre la piel, para tratar el acné y la furunculosis, así como para aliviar dolores reumáticos, gota, picaduras de insectos, para combatir la grasa y la caída excesiva del cabello y tendinitis. Sin embargo, no debe aplicarse sobre heridas abiertas ni consumirse en forma de té.
