árbol de manzana

Características del manzano

El manzano es una planta conocida y explotada desde la antigüedad en las zonas mediterráneas, donde es un cultivo muy extendido. Hay muchas variedades existentes y se diferencian, más o menos claramente, también en técnica de cultivo y propiedades. La manzana es una fruta presente en todas las cocinas italianas, en sus múltiples variantes, pero también se utiliza como remedio fitoterapéutico para curar algunas pequeñas molestias que se pueden solucionar de forma natural. Perteneciente a la familia de las rosáceas, el manzano es un árbol frutal clasificado dentro del género Malus. El manzano es una planta alta que necesita espacio para crecer: puede alcanzar los 12 metros de altura y sus raíces se extienden profundamente en el suelo. El manzano también es fácilmente reconocible por sus hojas, las cuales aparecen como pecioladas y dispuestas alternativamente, con ápice muy puntiagudo y márgenes serrados. Las flores son decorativas y se desarrollan en grandes cantidades si la planta está sana, con sus cinco pétalos blancos y de aspecto delicado, que hacen que el manzano sea fascinante no solo en el período de maduración del fruto, sino también durante la primavera y período de recuperación de la ciclo vegetativo.

Propiedad


Las propiedades beneficiosas de la manzana se conocen desde la antigüedad y han contribuido en gran medida a la amplia difusión de la planta, así como a la inclusión de su jugoso fruto en la dieta diaria de las zonas mediterráneas. De hecho, entre las partes ricas en principio activo, las frutas son reconocibles, con un sabor agradable y, por tanto, fáciles de tomar con placer. Sobre todo, la manzana tiene un excelente efecto depurativo, ya que está compuesta principalmente de agua, pero también es rica en sustancias beneficiosas para el organismo y nutrientes. Es una fruta rica en vitaminas de los grupos A, B y C, pero también es rica en azúcares y por tanto no es recomendable para diabéticos. La manzana, sin embargo, es una fruta muy rica en pectina y por ello se considera una ayuda natural válida en la lucha contra el colesterol. Al combatir el colesterol «malo» y reducir su presencia en la sangre, las manzanas reducen los efectos de la arteriosclerosis, previenen los ataques cardíacos y las enfermedades cardíacas, promueven una circulación sanguínea adecuada y mejoran la presión arterial. La manzana es preciosa en la dieta de quienes suelen tener poco hierro, precisamente porque es una fruta que favorece la absorción de hierro.

Infusiones y decocciones


La manzana también se puede tomar en forma de infusión y decocción, lo que permite aprovechar al máximo todos los principios activos de este preciado recurso natural a través de una preparación sumamente sencilla de hacer en casa. La infusión o la decocción de manzana conservan el buen sabor que caracteriza a esta planta y la riqueza del espectro fitoterapéutico, para un producto final beneficioso pero también nutritivo. La decocción de manzana es muy fácil de preparar, partiendo de las partes aéreas de la planta, para recuperar energía y concentración. Se puede preparar a partir de la manzana entera, hervida en un litro de agua. La manzana tendrá que hervir durante unos 40 minutos: de esta forma estarás seguro de que los principios activos presentes se han transferido realmente de la fruta al agua. Mas tarde, Se deja reposar la preparación y luego se enfría en el frigorífico, lista para beberse unas horas después. Tomado por la noche, la decocción de manzana puede favorecer el descanso en casos de insomnio. Las infusiones y decocciones se pueden tomar a diario o incluso varias veces al día, mientras que si prefiere comprar productos prefabricados, puede proporcionárselos encontrándolos sin especial dificultad.

Manzano: manzana y digestión


La manzana es un producto beneficioso que, lamentablemente, no está al alcance de todos: de hecho es una fruta que en muchos casos puede generar intolerancias y dificultades digestivas. Naturalmente, no se recomienda para sujetos sensibles, mientras que para todas las demás personas puede realizar una función diametralmente opuesta y recomendarse precisamente en caso de problemas relacionados con la digestión. En estos casos, comer una manzana después de las comidas favorecerá la digestión, también gracias a que la manzana es una de las pocas frutas que después de la ingestión no suele fermentar en el intestino. Incluso si se recomienda el consumo de fruta entre comidas, por lo tanto, la manzana se puede comer al final de las mismas para favorecer la digestión y limitar la acidez, sin contraindicaciones particulares, con el suposición que también puede tener lugar a diario. La manzana también ayuda a regular el intestino: consumida cruda es útil en casos de diarrea para reducir el trastorno, quizás en conjunto con la ingesta de fármacos en caso de trastornos graves, mientras que cocida cocida puede tener el efecto contrario y favorecer la actividad intestinal en personas estreñidas. Gracias a la presencia de pectina, el efecto depurativo será múltiple, pues la manzana también ayuda a eliminar desechos y toxinas, así como sustancias tóxicas reales para el organismo, como el plomo y el arsénico. mientras se prepara cocido puede tener el efecto contrario y favorecer la actividad intestinal en personas estreñidas. Gracias a la presencia de pectina, el efecto depurativo será múltiple, pues la manzana también ayuda a eliminar desechos y toxinas, así como sustancias tóxicas reales para el organismo, como el plomo y el arsénico. mientras se prepara cocido puede tener el efecto contrario y favorecer la actividad intestinal en personas estreñidas. Gracias a la presencia de pectina, el efecto depurativo será múltiple, pues la manzana también ayuda a eliminar desechos y toxinas, así como sustancias tóxicas reales para el organismo, como el plomo y el arsénico.

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