Apresurando la vegetación de la Dalia

Plantadas directamente en el suelo en el mes de mayo, cuando se elimina todo riesgo de heladas, las dalias florecen a mediados del verano. Para acelerar esta floración y disfrutarlas por más tiempo, es necesario forzarlas.

¿Por qué invernar los tubérculos de dalia?

Plantas heladas, las dalias son arrancadas en el otoño para ser invernadas en una habitación fresca y ventilada protegida de las heladas y el mal tiempo. Colocados en aserrín, turba seca o incluso en arena de río, se mantendrán sin obstáculos. No te olvides de etiquetar las diferentes variedades para que puedas encontrar tu camino en ellas la primavera siguiente.

¿Cómo forzar los tubérculos de dalia?

Es posible obligar tanto a los tubérculos recién comprados como a los que han sufrido un exceso de viento a almacenarlos en buenas condiciones.

A partir de marzo, recoja los tubérculos y examínelos. Quitar cualquier parte blanda o mohosa. Espolvorea carbón en polvo sobre las heridas para prevenir enfermedades por hongos.

Luego prepara una caja profunda llena de una mezcla de turba y arena ligeramente húmeda y coloca tus tubérculos en ella, teniendo cuidado de dejar el resto del tallo hacia arriba para que se puedan formar nuevos brotes. La parte superior del tubérculo debe estar al ras de la superficie de la mezcla.

Ponga su caja en un lugar ligero y cálido, como una terraza. No pasará mucho tiempo antes de que aparezcan los brotes.

Deje que las dalias crezcan hasta que las temperaturas se estabilicen en el exterior, ya que el congelamiento podría reducir sus esfuerzos a nada.

En las regiones más frías, instale sus dalias en una gran maceta con buena tierra para que puedan crecer de manera óptima hasta que se planten en la tierra.

Recuerda regar pero no en exceso para no pudrir los tubérculos.

Nunca dejes agua en el platillo.

Plantación forzada de tubérculos

Cuando el riesgo de heladas haya pasado, aflojar el suelo en la zona elegida del jardín. Cave un agujero apenas más grande que el tamaño del tubérculo de dalia y colóquelo en una cama de abono.

La parte superior del tubérculo debe estar a ras del nivel del suelo para no enterrar los nuevos brotes.

Clava una estaca profundamente en el suelo para soportar las variedades más grandes.

Tapar el agujero y rellenar el suelo alrededor del cuello del pozo de la planta.

Agua en abundancia para eliminar cualquier bolsa de aire entre las diversas partes del tubérculo.

Por último, instale un cordón de ceniza de madera, cáscaras de huevo trituradas o agujas de pino alrededor del pie para proteger los brotes jóvenes de las babosas.

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