Ayudando a las abejas salvajes

Las abejas silvestres, que son mucho menos conocidas que nuestras abejas domésticas, no hacen menos que una cantidad considerable de trabajo en la polinización. Debilitados por las actividades humanas, se están volviendo alarmantemente raros. ¡Veamos cómo ayudarlos de manera efectiva!

Los Xilócopos o «abejas de alfombra»

Conocer mejor a las abejas salvajes

Hay más de 900 especies de abejas salvajes en Francia que encuentran refugio en las grietas de las paredes, en el suelo o incluso en los tallos huecos de las plantas. Estas abejas no viven en comunidades tan grandes como las abejas domésticas. A menudo solitarios y feroces, son casi invisibles al ojo inexperto, mezclándose con la masa de otros insectos voladores. Algunas de las más conocidas son las osmies o «abejas albañiles», las Megachiles o «abejas de alfombra», las Xylocopes o «abejas de alfombra».

Estas abejas aseguran un trabajo de polinización en más del 80% de las plantas con flor.

Un preocupante descenso

Todos los estudios coinciden: las poblaciones de abejas salvajes están en constante declive. Desde 1980 su diversidad ha disminuido en un 52% en el Reino Unido y en más del 65% en los Países Bajos. Esta disminución podría llevar muy rápidamente a extinciones locales. Según los estudios sobre el tema, esta rarefacción se debería a la intensificación de las zonas agrícolas, a la extensión de los desiertos verdes que resultan, a la reducción de las superficies dedicadas a las legumbres pero sobre todo al uso apo;lgico generalizado de los plaguicidas.

¿Cómo ayudarlos concretamente?

A nivel individual, el jardinero puede poner en práctica algunos gestos efectivos para ayudar a las abejas salvajes:

  • Evitar el uso de plaguicidas;

  • No uses herbicida para «limpiar» el suelo.

  • Promover la biodiversidad dejando en barbecho unas pocas zonas, donde las «malas hierbas» pueden proporcionar una importante fuente de alimentos antes de que florezcan los árboles frutales. En la misma línea, es interesante sembrar praderas con flores para aumentar las fuentes de polen.

  • Cortar la hierba sólo después de la floración.

  • Retrasar el corte del césped en primavera (cuando algunas de estas abejas tienen la costumbre de hacer sus nidos), para darles tiempo de buscar las flores presentes.

  • Ofrezca cajas nido sobre el suelo a estos insectos para que puedan establecerse permanentemente en su jardín creando un hotel de insectos o más simplemente colocando simples cajas nido hechas de troncos taladrados, tallos de bambú o tallos de saúco colocados horizontalmente en manojos en áreas protegidas.

  • Plantando plantas de miel con insectos forrajeros.

Las abejas se lo devolverán asegurando la polinización de su huerta y jardín, asegurando así una gran producción y por lo tanto una cosecha abundante.

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