Coníferas enanas

Características de las coníferas enanas.

Las coníferas se dividen en coníferas enanas, medianas y grandes, según su modo de crecimiento y la altura que pueden alcanzar durante su ciclo de vida. En concreto, las coníferas enanas crecen en promedio entre cinco y diez centímetros por año y son ideales para enriquecer la terraza, el jardín de la casa u otros ambientes donde los espacios disponibles no permiten plantar árboles de mayor tamaño. Aunque también tienen pocas necesidades de riego, las coníferas enanas dan mucha satisfacción con sus hojas brillantes y llenas de vitalidad, que pueden ser como agujas o escamosas. En algunos casos las coníferas enanas también pueden alcanzar alturas considerables pero se necesitan varios años porque su crecimiento es mucho más lento que el de otras coníferas.

La especie más común de coníferas enanas: enebro.


En la categoría de las coníferas enanas encontramos una amplia gama de especies que a su vez se dividen en distintas variedades. Una de las especies más comunes es el enebro (Juniperus, familia de las Cupressaceae). Este hecho se debe sin duda a su adaptabilidad al medio y a sus escasas necesidades de cuidados, pero no solo: su difusión deriva de sus grandes cualidades ornamentales y también del aroma a resina que emana. Entre las otras peculiaridades del enebro encontramos por ejemplo su tendencia a desarrollarse más horizontalmente que verticalmente, característica que está muy acentuada en la variedad enana de Juniperus procumbens, término latino que literalmente significa «postrado», tendido en el suelo.

Algunas otras especies de coníferas enanas

Otra especie de conífera enana con un porte muy similar al del enebro es el pino de montaña (Pinus mugo, familia de las Pinaceae). Esta especie está muy extendida tanto en su estado natural (se encuentra entre las coníferas de mayor distribución en los Alpes) como con fines ornamentales. El pino de montaña y el enebro también se utilizan ampliamente para crear bonsai reales, realzando su belleza aún mejor. Deben mantenerse siempre al aire libre porque no toleran mucho el calor de las casas, el adorno de sus frutos rojos, a los que sin embargo hay que prestar mucha atención porque son altamente venenosos.

Coníferas enanas: cuidado de las coníferas enanas.


Estas plantas generalmente no requieren atención especial y también se eligen con frecuencia para esto. También son muy adaptables al entorno en el que se insertan y también se pueden cultivar de forma segura en macetas. En este caso hay que prestar atención al agua estancada y asegurarse de que el suelo esté bien drenado (para ello se puede utilizar un poco de grava). Si se plantan en una maceta de tamaño modesto (pero no demasiado pequeña), estas plantas tendrán un crecimiento aún más lento dado el poco espacio que tendrán las raíces para desarrollarse. Las coníferas enanas son muy resistentes incluso en climas duros pero si las temperaturas invernales son demasiado bajas puede ser útil cubrir el suelo con hojas secas o con materiales adecuados para tal fin.

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