Cómo cultivar lavanda

Técnicas de cultivo y medio ambiente

Gracias a su resistencia, el hábitat donde cultivar la lavanda puede ser muy variado y sujeto a condiciones climáticas adversas. La planta crece espontáneamente en las colinas, donde los suelos son pedregosos y áridos, pero generalmente se cultiva en las llanuras. Veamos ahora cómo cultivar lavanda. La planta no teme al calor ni al frío, y debe plantarse en áreas bien soleadas y ventiladas. El medio de cultivo debe estar suelto y ligero, bien drenado, para proteger el sistema radicular del estancamiento del agua, que puede causar graves daños a las raíces. Los huecos donde plantar las raíces deben tener 20-25 centímetros de profundidad, y antes de trasplantar estos deben humedecerse. Si, por el contrario, optas por el cultivo en macetas, esta debe ser grande, para que la planta tenga la oportunidad de crecer tranquila y sin impedimentos.

Cuidado y poda


El mejor momento para comenzar a cultivar la planta de lavanda es el otoño. El riego no debe ser abundante y conviene comprobar que el suelo en el que se ha plantado esté seco, antes de proceder al siguiente riego. La fertilización no es necesaria. En el caso de que el suelo parezca agotado, lo mejor es fertilizar durante el mes de abril, tan pronto como comience la temporada de crecimiento. La poda debe realizarse entre finales de verano y la primera quincena de septiembre y debe realizarse cortando alrededor de dos tercios de la vegetación cultivada en los meses anteriores. La poda es necesaria para evitar que las ramas se lignifiquen. La lavanda se multiplica por esquejes: cuando termina la floración, al final del verano, se toman esquejes de unos 10-15 cm de largo de las ramas más jóvenes que no florecen,

Colección de flores y usos


La lavanda florece, según la especie, de primavera a verano. Las flores aparecen en forma de espiga, en el ápice de un tallo largo. Cada mazorca contiene un número variable de flores muy fragantes. Las flores se recolectan al inicio de la floración, si se utilizan en fitoterapia, mientras que si se pretende utilizarlas con fines cosméticos es mejor esperar hasta finales del verano, cuando han alcanzado su máxima madurez y el perfume es mucho más intenso. . Después de la cosecha, las flores deben reunirse en racimos y colgarse boca abajo, en lugares ventilados y sombreados, hasta que estén completamente secas. Una vez seca, la oreja se separa del tallo y se guarda en bolsas de tela o cuencos. Para la preparación de los aceites esenciales, por otro lado, se utiliza la flor fresca de la cual, con procedimientos particulares,

Cómo cultivar lavanda: enfermedades y plagas.


Hemos visto cómo cultivar lavanda y cómo utilizar sus fragantes flores, pero no debemos olvidar que pueden surgir algunos problemas. Uno de ellos se manifiesta con manchas claras en las hojas, síntoma de un ataque de Septoria spp., Un hongo particularmente dañino. Se combate eliminando las partes infectadas y disminuyendo la humedad. Si el problema es generalizado, solo queda encontrar fungicidas específicos. Otro inconveniente es la podredumbre de la raíz y la base, provocada tanto por el exceso de riego como por diferentes especies de hongos. La reducción del riego y la desinfestación del suelo, en el caso de los hongos, son los remedios más recomendados. Finalmente, si aparecen manchas amarillentas y distorsiones de los ápices vegetativos, acompañadas de un retraso en el desarrollo de la planta, es en presencia de un virus,

Deja un comentario