12 consejos para un jardín floreciente

La salud y la vitalidad de un jardín y sus flores y plantas pueden depender de varios factores, además de las cantidades exactas de agua y sol. Todos los jardineros tienen sus trucos y hemos reunido algunos de los mejores para ayudarte a mantener tu jardín impecable… y la envidia de todos los vecinos.

  1. Conocer cada centímetro de tierra. Un buen jardinero tiene que conocer el potencial de su jardín, es decir, tiene que conocer muy bien cada centímetro de tierra y hierba, qué zonas son las más soleadas, así como las que reciben más sombra y viento. Además, debe analizar el suelo para determinar sus niveles de pH. Sólo entonces puede elegir la mejor especie para su jardín particular y plantarla en los lugares apropiados.
  2. Calidad en lugar de cantidad. La belleza de las plantas y flores puede llevarnos a comprar más de lo que necesitamos para plantar. Es importante saber cuánto espacio tienes disponible para poder comprar según esos metros cuadrados y no correr el riesgo de comprar en exceso y luego, peor aún, plantar en exceso. Muchas plantas juntas no son sinónimo de un jardín saludable.
  3. La mejor opción. Cuando adquiera plantas y flores para su jardín, sepa que las especies bajas y anchas son más estables y resistentes que sus homólogas más altas y delgadas. Si compra plantas en macetas u otros recipientes, observe siempre el fondo para asegurarse de que las raíces no estén demasiado retorcidas y/o compactas, que no contengan insectos o alguna enfermedad. Además, debe resistirse a comprar flores que ya han florecido porque tienen menos resistencia a la plantación que las que aún no han florecido.
  4. Grandes y pequeños presupuestos. Además de todo el trabajo que implica un jardín, tampoco es precisamente barato de mantener. Entre la compra de semillas, flores, plantas, fertilizantes, pesticidas, herbicidas, utensilios y el agua necesaria para el riego, los costos se acumulan. Aunque tengas un presupuesto limitado, hay varias maneras de ahorrar sin perjudicar la belleza de tu jardín: compra fuera de temporada y online (donde además de encontrar especies de todo el mundo, te beneficias de buenos descuentos, propios de quienes compran online ), estate atento a las ventas en viveros o tiendas especializadas, intercambia injertos con vecinos y amigos, aprende a ahorrar agua para el riego, como por ejemplo poniendo cubos para recoger la lluvia.
  5. Haz luz. No todo el mundo tiene la suerte de tener un jardín completamente orientado al sur con una luz solar óptima, sin embargo, puedes realzar la luz directa con este simple truco: mira qué plantas o ramas de árboles puedes recortar para dejar pasar más luz solar en las zonas donde más la necesitas.
  6. Agua preciosa. El agua es un bien esencial que debe ser preservado y usado inteligentemente en el jardín también. Al sembrar, agrupe las plantas que necesitan más agua colocándolas lo más cerca posible. Evite regar el jardín a mediodía, especialmente cuando las temperaturas son más altas, porque las plantas absorben más y mejor cuando se las riega temprano por la mañana o por la noche.
  7. Un equipo ganador. Hay docenas de combinaciones entre plantas y flores que dan como resultado un jardín más desarrollado, saludable y hermoso. Por ejemplo, los mazos son excelentes para proteger los tomates de las plagas y la menta defiende la col de las polillas. Otros «pares de jardín» son excelentes para confundir y repeler insectos, mejorar la calidad del suelo, proteger las plantas del viento, realzar los sabores de las frutas y verduras. Descubre el equipo ganador para tu jardín.
  8. Del agua a la leche. ¿Sabías que la leche puede ser un poderoso fungicida cuando se aplica, en forma de spray, en las hojas y flores de las plantas? Puedes aplicar leche pura o diluirla con agua, como prefieras, sabiendo que funciona y que es mucho más respetuoso con el medio ambiente que cualquier producto del tipo que se compra en las tiendas y que está lleno de productos químicos que, si bien son buenos para una cosa, siempre terminan dañando a los demás.
  9. El poder del acolchado . El acolchado es una de las técnicas de jardinería más populares y consiste en aplicar una capa protectora de material orgánico al suelo con el fin de preservar la humedad del mismo, evitar el crecimiento de malas hierbas y asegurar la vitalidad de los nutrientes del suelo. Los compuestos orgánicos más utilizados incluyen virutas de madera, hojas, hierba cortada, paja e incluso papel de periódico triturado.
  10. Utensilios de jardín impecables. El hecho de que el material de jardinería que utiliza esté exclusivamente reservado para el contacto continuo con el suelo, no significa que no deba ser lavado. ¡Al contrario! No lavar las herramientas de jardín puede facilitar la transmisión de enfermedades, plagas o insectos entre las plantas. Sólo hay que lavarlos en un cubo de agua y un poco de jabón para evitar estas situaciones, así como para asegurar su resistencia y evitar la formación de óxido.
  11. Encapsulado. Por falta de espacio o porque simplemente se aprecia su practicidad, la jardinería en macetas es una gran tendencia. Sin embargo, no debe utilizar la tierra de su jardín para llenar estas mismas macetas porque se volverá demasiado compacta y dura para las macetas, lo que puede resultar en la muerte de las plantas. Existe una tierra específica para macetas que, curiosamente, no contiene mucha tierra, sino mezclas de perlita o vermiculita que, aunque necesitan agua en abundancia, aseguran una buena circulación de aire y un buen drenaje del suelo.
  12. En flor. Un jardín quiere florecer, pero para asegurar que los capullos estén siempre abiertos y que el ambiente sea colorido, es necesario quitar todas las flores secas de una planta para que pueda florecer de nuevo. De lo contrario, se concentrará en producir más semillas y no se abrirá de nuevo tan rápidamente.

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