Bombillas de verano

Las coloridas bombillas de verano, sinónimo de alegría, iluminan jardines, balcones e interiores…

En verano, todos los colores de las flores del bulbo florecen y ofrecen fabulosas mezclas en interiores o exteriores, para ambientes coloridos y fragantes… Los bulbos de flores de verano, embellecen la vida cotidiana gracias a la naturalidad y el encanto de sus colores.

Los lirios y los gladiolos van muy bien con las especies más pequeñas como las Zantedeschias en una gradación de color muy agradable.

Los colores brillantes están presentes principalmente en los bulbos de verano; el amarillo sigue siendo el color principal por su brillo y calidez, como la Gladiola, la Anémona, el Lirio, el Ranúnculo o la Zantedeschia. Las begonias y los pequeños gladiolos forman hermosas macetas redondas o magníficas jardineras.

Fuente de inspiración tanto en el interior como en el jardín, los bulbos de flores de verano son una ilustración diaria de la naturaleza. Dentro de las casas, o en los balcones y terrazas, especialmente en la vida urbana, los bulbos de flores de verano combinados con materiales tradicionales adquieren un carácter inusual y natural… ¡cada vez más buscado!

Los bulbos de verano son únicos y evocan la naturaleza porque ofrecen todos los beneficios de ella: tomarse el tiempo para cultivar un jardín y ver ese rayo de sol diario que son los bulbos de verano crecer y florecer o para escaparse en su jardín, su casa o en una terraza… lo principal es hacer lo que se desee… los bulbos de verano fascinan, embellecen y alegran la vida cotidiana y despiertan a la naturaleza ya en mayo.

Algunos consejos de cultivo…

Suelo: Todos los suelos son aptos para la plantación de bulbos, excepto los suelos demasiado húmedos. Sin embargo, para obtener condiciones óptimas de plantación, es aconsejable favorecer la plantación en un suelo bien drenado y soleado. El calor y el flujo de agua son elementos importantes para un buen florecimiento de los bulbos de verano.

Exposición: Cuanto más se expongan al sol, más florecerán y se abren, aunque se acepte un poco de sombra.

Plantación: La profundidad de la plantación varía según el tipo de bulbo, pero en general el bulbo debe enterrarse a una profundidad correspondiente al doble de su altura. Por ejemplo, para las dalias y los gladiolos, deben plantarse a una profundidad de unos diez centímetros. Obviamente algunas excepciones confirman esta regla, como las begonias que se cubrirán con 1 a 2 centímetros de tierra, pero los lirios necesitan al menos 15 cm. 10 a 15 cm entre cada bulbo, para las dalias serán necesarios 40 cm como mínimo.

Algunas precauciones: Los bulbos de verano son sensibles a las heladas, es mejor plantarlos en primavera para evitar cualquier riesgo de helada nocturna y mantenerlos en un lugar seco y al abrigo del frío para que puedan volver a plantarse en la primavera siguiente. Los lirios, la anémona coronaria, el canna, la crocosmia o la rosácea pueden dejarse en la tierra y naturalizarse durante el período de heladas, siempre que hayan sido previamente bien cubiertos con mantillo.

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